Tomates y calabazas

Lourdes Chaparro

lchaparro@eldiadecordoba.com

Fleming ya está aquí

Después de diez meses, la llegada de la vacuna ha sido como el regalo anticipado de la Navidad

Ya están aquí, bueno en Reino Unido. Las vacunas contra el coronavirus han llegado y en España estamos esperando a que aterricen también como agua de mayo en un intento de pensar en el futuro y que todo esto pase de una vez por todas. No obstante, hay que tener en cuenta que la panacea, del todo, no va a ser. Todas las administraciones están ya presumiendo de que cuentan con todo lo necesario para inyectar dos dosis de la vacuna que va a salvar vidas y que nos va a dejar, quizá, algo más tranquilos.

Aquí también tendremos nuestra propia Margaret Keenan, esa adorable mujer de 90 años que pasará a la historia por ser la primera persona del mundo en recibir la vacuna de Pfizer, pero mientras tanto habrá que esperar un poquito más y mantener todo el cuidado posible para evitar más contagios. Que la vacuna contra el SARS-CoV-2 está lista es cierto y más pronto que tarde recibiremos una notificación del Servicio Andaluz de Salud en la que se nos dirá que tenemos cita para que nos pinchen y nos sintamos más aliviados. Es cuestión de paciencia y fe en que ese día llegará.

Después de diez meses de una angustiosa pandemia, la llegada de las vacunas ha sido como el regalo anticipado de Navidad, unas fechas de celebración para las que aún es difícil tomar una decisión clara de si es bueno o no ir a casa de tus padres a cenar el 24 de diciembre cuando no los tienes cerca -por aquello de la responsabilidad propia y evitar problemas innecesarios a nuestros seres más queridos-. Ya irse en Nochebuena a casa de un allegado es otro rollo indescifrable.

Un regalo, el de las vacunas, que ya anticipó Fleming con la penicilina y que, además, llega cuando en las últimas semanas hay razones para tener un moderado y cauteloso optimismo por la bajada de casos de contagio -que no de fallecidos en Córdoba-, pero que se da de bruces cuando te da de lleno la otra cara de esta crisis sanitaria: la economía. Sirva de fiel reflejo el panorama que dibujan las calles de Córdoba cuando el alumbrado navideño se enciende y apenas hay un par de personas con paso firme para llegar a casa. Este año Mariah Carey ya no nos dice a cada hora eso de que te quiere a ti por Navidad en Cruz Conde, ni tampoco el consabido festival de luces, pero se echa de menos el bullicio de estos días, las cosas como son.

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