Cambio de sentido

Dicen

Las mujeres que denuncian violencias machistas requieren protección y leyes a la altura de los tiempos

Cinco asesinadas -dos chiquillas y tres mujeres- en menos de 72 horas. Nueve víctimas mortales por violencia machista sólo en septiembre. 38 muertas a manos de sus hombres en lo que llevamos de año. De ellas, 29 no habían denunciado y sólo 4 tenían protección. Desde que hay datos -2003-, 962 mujeres -jóvenes y ancianas, pobres y adineradas, profesionales y amas de casa, enamoradas y hartas de prodigios…- han sido estranguladas, acuchilladas, acribilladas, golpeadas, lanzadas al vacío, quemadas vivas hasta la muerte por sus parejas o exparejas. Yo podría haber sido una de ellas.

Pero -dicen- esto no es violencia sistémica y sistemática, ni es producto de la mentalidad, la organización social y el poder machista; se trata de casos aislados, de personas malignas, punto. Pero -dicen- que en España tengamos, de media, una mujer por semana asesinada por quien es o fue su compañero no es asunto de Estado. Pero -dicen- si un hombre mata a su mujer está condenado de antemano y si una mujer mata a su marido sólo es presunta. Pero -dicen- la legislación sobre violencia machista va en contra de los hombres. Pero -dicen- la sensibilización y prevención es el negocio subvencionado de cuatro listas que soliviantan a cuatro tontas. Pero -dicen- si se pone así es porque te quiere, lo vuestro es pasional. Pero -dices, cariño- que a mí hay que hablarme con papel timbrado, vaya a ser que un día te denuncie por maltrato. Porque -dicen- la mayoría de las denuncias son falsas; la maltratada de verdad no se atreve a abrir la boca. Pero -dicen- vais de víctimas, sois vosotras mismas las que confirmáis vuestra condición de sexo débil que necesita protección, tutelas y leyes específicas. Pero -me instruyen- esta educación sentimental de damas y galanes no potencia desigualdad y la violencia sino que os preserva de ellas ("no te engancho por los pelos porque estoy hecho todo un caballero"). Pero -dicen- la igualdad ya está conseguida. Pero -decimos- a mí no me va a pasar. Pero -digo yo- que además de animar a denunciar agresiones, acosos y otras violencias, los poderes han de garantizar al 100% protección y unas leyes a la altura de los tiempos. Pero -dicen- qué dramatismo, qué cansina, qué petardas, qué exagerada.

Cinco asesinadas en menos de 72 horas. Nueve sólo en septiembre. 38 en lo que llevamos de año. 51 en 2017. Cerca de 1.000 desde que hay datos. Yo podría -o usted o su madre, su amiga, su hermana, su hija- haber sido una de ellas.

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