Con todo lo que se lleva dicho y escrito sobre el aeropuerto de Córdoba -con más aspectos negativos que positivos- parece que no iba a llegar el día en el que alguien diera cuenta de que de verdad hay interés por parte de algunas compañías para operar desde la ciudad. No lo dijo cualquiera, sino la propia directora de la infraestructura, Sonia Martín, el viernes mientras explicaba el impacto de la puesta en marcha del servicio de comunicaciones AFIS, fundamental para que la instalación pueda tener actividad. Este sistema está operativo desde el 26 de abril y, según Martín, la entrada en funcionamiento del control aéreo AFIS -que se concedió a la empresa FerroNats por aproximadamente un millón de euros y por un periodo de cuatro años- "ha disparado el interés de compañías comerciales en empezar a operar en el aeropuerto".

Estas afirmaciones vienen precedidas de un encuentro entre la nueva subdelegada del Gobierno en Córdoba, Rafaela Valenzuela, y la alcaldesa, Isabel Ambrosio, en el que trataron, entre otras cosas, poner en marcha la comisión que desarrolle el plan de marketing del aeropuerto cordobés. El objetivo es formar un grupo de trabajo en el que se sienten todas las administraciones con competencias en la materia, así como los representantes empresariales, que tenga como objetivo "desarrollar el plan de marketing de la instalación aeroportuaria, para conseguir su puesta en valor". Hubiera estado bien que a los periodistas les hubieran permitido preguntar tras esa cita para que aclararan algunas cuestiones sobre el aeródromo, pero bueno, ese es otro cantar -el de evitar responder a preguntas- que dejaré para otro día.

De otro lado, la Asociación de Organizadores de Congresos y Profesionales de Córdoba (AOC) también ha exigido a la Junta de Andalucía que "lidere las iniciativas que ayuden a poner en valor" el aeropuerto, que le den visibilidad para acoger vuelos regulares de pasajeros. Igualmente, el Colegio de Geógrafos de España ha elaborado un informe sobre el destino de los recursos públicos en infraestructuras en España desde 1995 y el grado de "despilfarro" que se ha alcanzado en algunos de estos proyectos, ya sea por haber sido inversiones "fallidas, vacías o infrautlizadas". Y en este documento no se escapa Córdoba y su aeropuerto, con 50 millones de gasto casi inútil y muy lejos de aquellas previsiones de pasajeros excesivamente optimistas.

Esos son los hechos de lo acontecido en el último mes. Lo innegable es que en el debate público está el aeródromo de la capital y que muy mal se tienen que hacer las cosas para frenar, ahora sí, que esta infraestructura comience a ser rentable para toda la provincia, aunque cosas peores hemos visto por estas tierras. En este caso, y en muchos otros, Córdoba necesita despegar. A ver si esta es la definitiva, que falta nos hace.

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