A los frikis que aún seguimos enganchados a Cuéntame nos ha caído como un jarro de agua fría enterarnos de que Televisión Española ha decidido cancelar la serie. Somos algunos de aquellos que estamos más que convencidos de que la caja tonta debería ser una fuente de información, de formación educacional sin catequización de ideas y servir para algo más que entretener. Esos que teníamos al menos los jueves por la noche una razón para engancharnos a un medio que con los años se ha ido convirtiendo en un grandísimo circo. Los mismos que no comulgamos con el espíritu del Gran Fulano -VIP o no VIP-, ese que llega a poseerte hasta hacer a tu mente salivar, obligándote a colocarte, como si de una religión o rito se tratara, delante de esa caja más que tonta para que no pierdas detalle del día a día de convivencia de unos personajes -en el caso de los no VIP- que no han hecho nada relevante en sus vidas o que -en el caso de los VIP- están tan venidos a menos que no les importa arrastrar hasta sus miserias si hace falta para mantenerse "en el candelabro", como dijo una en alguna ocasión. Y lo que es peor, esa posesión es tan fuerte que el espíritu te simplifica tanto la mente que llega a convencerte de que quieres ser como ellos, de que no te sentirás plenamente realizado/a si no es imitando sus vidas. Esa posesión es tan fuerte que tu sueño acaba siendo vivir del cuento y tener esos al menos 15 minutos de gloria que, según Andy Warhol, todo ser humano debería tener, haciéndote -como si te tocara la lotería- un Sálvame de luxe en el que contar, si el guion lo exige, que te has acostado con tal o cual famoso o famosa -lo mismo da perro que perra, total, ya puestos, qué más da; si hay que sumarse a la lista de amantes secretos de alguien, pues uno se suma-. Y ya no hablemos de Supervivientes.

Pues bien, a lo que iba. Algunos de aquellos de los que hablaba somos los frikis para los que nuestro Gran Fulano es Cuéntame, esa serie longeva en la que pasen las temporadas que pasen por doña Herminia, la matriarca de los Alcántara, no pasan los años. Porque Cuéntame es mucho más que la historia de Antonio, Merche y familia y ahí ha radicado en gran parte su éxito. Es la crónica también de España desde la aún gris década prodigiosa hasta, de momento, 1993, época en la que el otrora renovador y longevo gobierno socialista de Felipe González estaba viviendo una de sus peores crisis por la corrupción, con el exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán como actor principal. Desde su primera temporada, Cuéntame nos ha hecho vivir casi en primera persona los más grandes acontecimientos de carácter social, político y económico de la historia de España, como la muerte de Franco, la legalización del PCE, el intento de golpe de Estado del 23-F, el terrorismo de ETA y los GAL...y tantos y tantos otros. Y mientras, Herminia, rejuveneciendo. Larga vida a Herminia. Larga vida a Cuéntame.

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