Tinta y borrones

Cosa de todos

No. No hemos logrado la igualdad por mucho que trabajemos y ellos cuiden de los hijos, qué menos

He optado por desinstalar algunas redes sociales del teléfono por un tiempo, para no ver tan a menudo -maldita adicción a este cacharro- las barbaridades que se pueden soltar en temas tan serios como el maltrato, la violencia de género, los abusos a la mujer. El juicio a la Manada por la supuesta -me obligan a ponerlo hasta que no haya sentencia- violación en los sanfermines del año pasado deja de nuevo al descubierto la peor cara de muchos y pone en evidencia el largo camino que nos queda todavía a todos para vivir en una sociedad igualitaria. Ya no voy a hablar de la profunda tristeza de argumentos judiciales como contratar a un detective para que siga a la víctima e intentar restar credibilidad a los supuestos abusos. No es la primera vez que se utiliza esa treta y, lo que es peor, que es aceptada por el poder judicial. "No tiene la apariencia de ser una mujer maltratada" se ha escuchado más de una vez en las salas de vistas. Increíble pero cierto. "No opuso resistencia", un argumento que se aviva incluso desde el propio Gobierno central con campañas como la presentada recientemente contra el consumo de alcohol en menores. Al parecer, dice el anuncio, tras el consumo de alcohol se incrementan las relaciones sexuales sin protección o no consentidas.

Pero lo peor de todo es ver el enfrentamiento entre unos y otros. Ver como hay quien defiende a la manada y quien arremete contra algunas mujeres que ponen en duda el sistema claramente a favor de los hombres. Hay que decirlo más. No, no estamos en una sociedad en igualdad por mucho que las mujeres trabajemos y por mucho que los hombres hagan tareas del hogar y cuiden y eduquen a sus hijos, -qué menos-. No. No estamos en una sociedad en igualdad mientras sigamos fingiendo que hablamos con alguien por teléfono cuando vamos solas por la calle, mientras nos cuestionen nuestros logros laborales, mientras nos sigan culpando de los abusos de otros. [Si no hubiera bebido, si se hubiera resistido, quizá a esa chica no la habrían violado en los sanfermines]. No, no estamos en una sociedad en igualdad mientras siga habiendo gente que piense así, mientras se siga educando en la incapacidad de reconocer que la única culpa en esta historia es la de unos hombres que se creen superiores a las mujeres y con derechos sobre ellas. No estaremos en una sociedad igualitaria mientras no veamos que esto no es una batalla entre nosotras y ellos, sino que esto es cosa de todos.

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