Veredas livianas

Noelia Santos

nsgemez@eldiadecordoba.com

Comando estelar

Como decía Buzz Lightyear: "Ser juguete es mejor que ser un guardián del espacio"

Este año parece ser un error de cálculo. Es como si todo lo que aconteciera en este 2020 nos quisiera avisar de algo. Ya no es el virus, que viene siendo lo principal, es el resto. Todo el resto. Ayer, un cohete que transportaba al satélite español Ingenio se perdió no se sabe muy bien cómo y ahora estará dando vueltas por un espacio inconmensurable con la posibilidad de que nunca seamos capaces de recuperarlo. El satélite Ingenio es el año 2020 en sí mismo: algo de lo que esperábamos mucho y que al final resulta que se ha extraviado y que quizá nunca volverá y jamás cumplirá con su cometido.

Lo bueno de todo esto, si es que tiene algo bueno, es que estamos a las puertas de despedir a un año absolutamente desastroso. Está bien esta idiotez, encontrar consuelo en el hecho de que el 1 de enero de 2021 las cosas serán diametralmente distintas a como lo eran el 31 de diciembre de 2020. Y es una idiotez porque no va a ser así.

No es que el coronavirus haya venido para quedarse, es que el covid-19 se está quedando con todos nosotros. El desastre económico, el hundimiento sanitario, las consecuencias psicológicas... todo eso está aquí con nosotros mientras 2020 sigue adelante como adelante seguirá el satélite, y el año se acabará y tendremos que ser capaces de hallarnos, de ubicarnos en una nueva realidad, como el Ingenio dando vueltas vete tú a saber por dónde.

Esto ya no lo salva nadie si no somos capaces de salvarnos a nosotros mismos. Al menos, en parte, guardar algo para dentro de unos meses. Para cuando sea verdad lo de la vacuna, que será tan cierto como el hecho de que tendremos una capacidad cojonuda de luchar contra el virus mientras el bolsillo se vacía e intentamos recomponernos, es posible que ya hayamos encontrado al pobre Ingenio.

A lo mejor de repente empiezan a llegar las buenas noticias, al igual que en este año nos han atropellado las peores. O a lo mejor solo tenemos que aceptar que 2020 es el satélite Ingenio y que el satélite Ingenio es la vida. Que es lo que toca y que da igual lo que diga el calendario. Y que como decía Buzz Lightyear: "Ser juguete es mejor que ser un guardián del espacio". Pues es verdad, aceptar las cosas como las aceptó Buzz Lightyear y dejar de buscar satélites a lo mejor es lo que dará sentido a todo esto.

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