Tomates y calabazas

Lourdes Chaparro

lchaparro@eldiadecordoba.com

A las 22:00

Lo que resulta inconcebible ya es la catarata de incongruencias que llegan cada día con el coronavirus

Es un hecho. Nada de permanecer en un bar más allá de las 22:00, para quien estuviera, claro. La medida llega a Córdoba por la expansión incontrolada del coronavirus y, de la que desde el primer momento, hay lamentos. Pero yo me pregunto: ¿Qué pasa antes de esa hora que sí puedo estar en un bar o en un restaurante? ¿A esa hora el SARS-CoV-2 no tiene la fuerza suficiente como para que penetre en tu cuerpo de ninguna forma? Otra pregunta: ¿esas reuniones de gente no se van a producir ahora al mediodía? Otra cuestión: ¿alguien puede responder a esto con claridad y sin titubear? Lo dudo.

No había pasado una hora desde el anuncio cuando una gran amiga me mandó un mensaje con un vídeo en el que aparece mi admirado Raphael cantando el tema Mi gran noche y, a los pocos segundos se funde con la imagen de El Risitas riéndose y diciendo que iba a salir por la noche. Como broma fenomenal, pero realmente no estamos para risas, aunque hay que dar paso al humor.

Y, de nuevo, me hice otra pregunta. Por Córdoba han pasado más de 190.000 personas a visitar Los Patios: ¿Se puede relacionar el tremendo aumento de casos de contagios o los brotes de la última semana a estas visitas?, ¿se puede demostrar? Y, en ese caso, ¿alguien va a responsabilizarse y entornar el mea culpa y reconocer que se equivocó? Aventuro a decir que no. Alguien debería pensar y recapacitar que la apertura de Los Patios no fue una idea, digamos, plausible ni de lo más acertada -a pesar de todos los protocolos anticovid que se pusieron- en medio de una pandemia, pero desde el Ayuntamiento nos siguen pidiendo responsabilidad a pocas horas de que se celebre San Rafael, el custodio que liberó a Córdoba de la peste, pero que con esto del covid-19 parece que no atina del todo. Y, así, llegarán los peroles y las reuniones familiares si nadie pone los pies en pared. Y se llenarán las parcelas, que de puertas para dentro de casa la responsabilidad es otra y pensamos que a nosotros no nos va llegar. Y si la Junta no decide cerrar el parque de Los Villares -lo tiene pensado, pero no lo ha publicado aún-, pues allá que subirán los más osados a celebrar la fiesta con peroles. Y, mientras, los bares tendrán que cerrar a las 22:00.

Lo que resulta inconcebible es la catarata de incongruencias que llegan cada día y lo peor es que, por mucho que se afanen, aquí los contagios siguen subiendo y la responsabilidad es siempre del otro, cuando es de todos.

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