Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Aterrizaje suave

Los andaluces quieren ver el cambio en la Junta y que ese cambio se perciba lo antes posible

El nuevo Gobierno andaluz parece que no quiere dar pasos en falso y se está tomando las cosas con relativa calma. Los nombramientos de los altos cargos de las consejerías -tanto las que controla el PP como las de Ciudadanos- se están demorando más de lo esperado; esta semana no ha habido Consejo de Gobierno, algo que no tiene muchos precedentes fuera del paréntesis de agosto, y los Presupuestos, la principal iniciativa para marcar el cambio de políticas, se retrasan hasta después de las elecciones de mayo, con lo que su aprobación no estará antes del verano. Donde más problemas se están encontrando los recién estrenados consejeros es en la formación de los equipos. Hay dos razones: la primera es que se está poniendo alto el nivel de exigencia para ocupar los puestos de mayor responsabilidad y la segunda, que con ese alto nivel de exigencia los niveles retributivos de la Administración están muy lejos de los que funcionan en la empresa privada. Añadan a ello que la exposición pública de los políticos es muy alta y nunca antes en la historia democrática de España la política y los políticos habían tenido tantos problemas de reputación social.

Los nuevos gobernantes de Andalucía están haciendo lo que se llama un aterrizaje suave. Ni Juanma Moreno ni sus consejeros quieren equivocarse en algo tan sensible como el nombramiento de los responsables de las áreas estratégicas del Gobierno ni con las acciones que deben servir de bandera del tiempo nuevo. Es una actitud prudente. Pero quizás la toma de tierra está siendo demasiado suave si tenemos en cuenta las enormes expectativas que ha despertado la llegada a la Junta del nuevo Gobierno tras casi cuarenta años de monopolio socialista. Los andaluces quieren ver cambio y quieren verlo ya. La supresión del impuesto de Sucesiones y Donaciones, con ser importante, estaba ya descontada de la de veces que se anunció durante la campaña y la auditoría a unos cuantos organismos del sector público andaluz dará para unos cuantos titulares pero poco más.

Ahora más que nunca la Junta necesita un perfil que se deje notar. No sólo en la presencia ante la opinión pública de sus principales representantes, sino también en acciones concretas que sirvan para percibir que las cosas se empiezan a hacer de otra forma. Dar imagen de cierta paralización es una tentación de la que debe huir.

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