La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Asombro y asco

Me asombra y asquea que quienes alardean de memoria histórica pidan el olvido para ETA

Tras la detención de Ternera el socialista Eguiguren dijo que se "había habituado a la idea de que lo habían dejado en paz o tenía refugio seguro" y lo llamó "héroe de la derrota" que "quería realmente acabar con el terrorismo". El peneuvista Urkullu arrojó una sombra sobre nuestra democracia diciendo que confiaba que el proceso se desarrolle "en la normalidad de los principios, procedimientos y garantías del Estado de Derecho" y metió veneno jesuítico-peneuvista al afirmar que "hay atentados, no solamente de ETA, que ha sufrido la sociedad vasca pendientes de ser esclarecidos" y animar a que todo lo pendiente de investigación se esclarezca "sea cometido por ETA o por otras organizaciones terroristas" (las cursivas son mías). Otegi consideró esta detención "la carta de presentación" de un PSOE cuya "única alternativa" son "la Policía, los jueces y las cárceles" ignorando que los problemas "no se resuelven así". Y se preguntó "por qué unos y otros tienen interés en mantener presente el pasado cuando se ha cumplido un año de la desaparición de ETA" para concluir que "la paz tiene enemigos muy poderosos".

Me asombra y asquea que en sectores ideológicos que consideran la Transición un apaño, llaman despectivamente "régimen del 78" a la democracia que disfrutamos, reniegan de la Ley de Amnistía del 77 y de la Constitución, y han convertido en su santo y seña la memoria histórica (no me refiero a dar digna sepultura a los muertos ni al trabajo de los historiadores, sino a lancear el toro muerto del franquismo para obtener réditos políticos en el presente), en lo que a ETA se refiere apuesten por la desmemoria, el olvido y el blanqueo de los verdugos igualándolos a sus víctimas (es tan repugnante llamar "héroe" a Ternera como hablar de "otras organizaciones terroristas" o exigir no "mantener presente el pasado" como condición de la paz solo un año después de la derrota de ETA y menos de una década después de sus cuatro últimos asesinatos).

Franco lleva 44 años muerto, pero el terrorista Ternera vive y tiene pendientes cuatro causas. Entre ellas el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en el que murieron 5 adultos, un adolescente de 16 años y 5 niñas de entre 3 y 12 años (por eso la operación de su arresto se ha llamado Infancia Robada) y seis asesinatos. Y aún hay quienes consideran que su detención obstaculiza la reconciliación e incluso le dedican homenajes.

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