Rafalete, la gloria de san agustín

Ahí estamos

YA lo hemos conseguido, y es que cuando nos proponemos una cosa, casi siempre alcanzamos el objetivo. Nuestro equipo es así. Digo esto porque hace unos meses nos propusimos bajar a Segunda B y ya hemos comprado todas las papeletas, que lo que estamos haciendo en la segunda vuelta no tiene nombre.

Mira que llevo tiempo diciendo lo del cántaro y la fuente, que por desgracia los refranes siempre se cumplen, que lo sabemos por propia experiencia, y ahí estamos, lo estamos consiguiendo poco a poco, que ya no es que estemos cerca de los puestos de descenso, es que ya nos hemos instalado en ellos, y cualquiera nos saca ahora de ahí. Yo ya no sé qué decir, porque es algo que estoy diciendo desde hace mucho tiempo, que me duele la boca de tanto decirlo, y luego la gente me crítica, me dice que soy un agorero y no sé cuántas cosas más, pero esto es lo que hay, y no hay más cera que la que tiene la vela, o algo así dice el refrán. El Córdoba, durante las últimas temporadas, no ha jugado a nada de nada, los que hemos ido al Arcángel nos hemos aburrido de lo lindo, y eso lo sabe todo el mundo, porque todos tenemos ojos en la cara, pero por lo menos metíamos algún gol y hasta nos hacían pocos, pero ahora es que no tenemos nada de eso. Nuestro portero está casi siempre vendido y los de arriba no le hacen un gol ni al Arco Iris, y eso es lo que hay. Aunque también puede ser que le estemos pidiendo al equipo más de lo que puede dar, y que el nivel esté donde está y esto nos viene un poco largo, que también podría ser.

Porque una cosa es verdad, los futbolistas, y lo mismo les pasa a los toreros, sólo con el nombre o con lo que hayan hecho antes no tienen suficiente, que cada tarde hay que demostrar que se está bien y en plena forma. Y yo creo que ahora tenemos algunos jugadores que sí fueron alguien años atrás, que hasta estuvieron en equipos buenos, pero que ya no están para muchas florituras, porque los años pasan para todos, y cada vez se notan más, en todo, en velocidad y en kilos. Nos quedan unas semanas muy duras y tenemos que apretar los dientes porque yo creo que, a pesar de todo, todavía se pueden salvar los muebles y quedarnos como estamos. Eso sí, si lo conseguimos, sólo pido que no se celebre nada, que nos quedemos calladitos y a pensar en el futuro y a intentar hacerlo mejor que hasta ahora, con mejor cabeza y todo un poquito mejor pensado. Aunque me temo que para eso habría que cambiar muchas personas y muchas caras y la gente no está por la labor, que quien ocupa una silla no la quiere soltarla ni con aceite hirviendo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios