Aclaraciones

El papel actual que debe desempeñar el patriotismo en los españoles es una cuestión pendiente

En estos momentos, a un buen número de españoles les cuesta manifestar sentimientos patrióticos. Dudan a la hora de expresar con naturalidad un tipo de emociones que creen propias del pasado y consideran contaminadas por abusos anteriores. Hay dificultades para vencer este pudor y como consecuencia se reprimen expresiones que en otros países circulan con espontaneidad. Contribuye a provocar un mayor repliegue, a este respecto, las imágenes visibles en estos días de un patriotismo ostentoso, que sólo ofrece como discurso orientativo el ondear de unas banderas. Por tanto, el papel actual que debe desempeñar el patriotismo en los españoles es una cuestión pendiente, que aguarda análisis, reflexiones y propuestas. Algo parecido podría añadirse de otro perfil ideológico, el conservador, característico de aquellos españoles que, a grandes rasgos, se sienten más apegados a las tradiciones que a la innovación. Porque el conservadurismo social no debería confundirse con actitudes reaccionarias ni convertirse en campo exclusivo de los doctrinarios de siempre, aquellos que buscan canalizar los descontentos imponiendo su catecismo en la vida sexual y privada de la gente. Por ello, el mundo conservador también tiene dificultades para ofrecer un discurso propio y moderno, paralelo e independiente de las tácticas de los partidos políticos.

A causa de estas confusiones, es probable que nunca, como ahora, haya sido tan difícil sentirse o ejercer de español, de patriota o de conservador, opciones perfectamente compatibles con ser ciudadanos del mundo. Por tanto, urgía clarificar el sentido de unos papeles y unos sentimientos que, manipulados, tienen una incidencia negativa en la situación política existente. Ya que los partidos de derecha han vampirizado esas ideas y emociones como propias y exclusivas, creando una oportuna amalgama instrumental a su servicio. Y los de izquierda no se han preocupado de recuperarlos y darles un significado y un empleo nuevo, aceptable y comprensible para todos.

Por fortuna, dos libros, publicados en estas primeras semanas del año, se han hecho eco de esta necesaria clarificación. Presentes ya en las librerías, su lectura debe recomendarse. Se trata del espléndido trabajo de Maurizio Viroli: Por amor a la patria. Un ensayo sobre las diferencias entre patriotismo y nacionalismo (Deusto, 2019), y del libro, no menos necesario, de Gregorio Luri: La imaginación conservadora (Ariel, 2019). Los títulos ya lo dicen todo y los contenidos también.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios