Abuelos: cuando el río suena...

Hace tiempo que el maltrato de nuestros abuelos en algunas residencias son un secreto a voces

Lo dice un popular y antiguo refrán, muy español él, para más señas: "Cuando el río suena, agua lleva". Ouséase: Cuando hacemos uso del dicho dictamen, en rigor solo constatamos que los rumores -sobre todo los repetidos- es muy probable que no estén exentos de justificación. En cuyo caso, parece conveniente -cuando no resulta obligado- investigar las causas justificativas de los mismos por si, de ellas, se infiriese la necesidad de adoptar medidas correctoras.

La precedente… introducción trae causa de, entre otros motivos, noticia publicada en El Día de Córdoba, edición del jueves pasado, cuyo titular rezaba de la siguiente guisa: "Cruz Roja organiza una jornada sobre el buen trato a los mayores".

Según la publicación, "Desde que se inició esta iniciativa en 2017, el personal y el voluntariado de Cruz Roja ha realizado ya más de 1.600 actividades y han intervenido con más de 200 personas que sufren, han sufrido o tienen especial riesgo de sufrir situaciones de abuso, negligencia o maltrato…". Obviamente, nos parece digno de toda loa el hecho de que un Instituto de tan reconocido prestigio y tan larga trayectoria profesional como Cruz Roja se preocupe y, en su caso, denuncie las situaciones de abuso, negligencia o maltrato de que pueda ser objeto un colectivo de personas tan frágil y vulnerable como el constituido por nuestros mayores.

Lamentablemente, las… "situaciones" de referencia no constituyen precisamente una novedad: Hace tiempo que los execrables comportamientos de maltrato de nuestros abuelos en algunas Residencias Para Mayores constituyen un secreto a voces. Y es por ello que, en la loable actuación de los Institutos (públicos y/o privados) que, puntual y heroicamente, se vienen preocupando de que nuestros mayores reciban los cuidados y cariño que se merecen, echemos muy de menos que no se hagan públicas las necesarias medidas correctoras que, en su caso, se apliquen para que los inhumanos comportamientos denunciados sean eliminados de donde se produzcan. Estamos seguros que, sin menoscabo de la intimidad de nuestros mayores, el uso de las nuevas tecnologías permitiría la vigilancia y control de todas y cada una de las dependencias y dejaría al descubierto cualquier actuación profesional abusiva, si se produjera.

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