Si la semana empezaba con mal pie, parece que poco a poco va enderezándose el rumbo. El foco de atención de los inversores permanece en la variante delta del Covid-19 y en el incremento de los nuevos casos de contagio, pero ayer el protagonismo fue para la reunión del BCE, que sigue manteniendo el mensaje de prudencia.

El regulador decidió no modificar el Programa de Emergencia de Compra Pandémica (PEPP). El importe del programa se mantiene en 1,85 billones de euros, extendiéndose su duración por lo menos hasta marzo de 2022 y reinvirtiéndose la cuantía de los bonos vencidos al menos hasta 2023. Tras elevar el objetivo de inflación a un 2% anual simétrico, el BCE también decidió que solo subirá sus tipos de interés cuando la inflación se sitúe en el objetivo con mucha anterioridad respecto al final de su horizonte de proyecciones (3 años) y siempre que se mantenga en ese nivel durante ese plazo. La previsión de inflación actual en 2023 es de un 1,4% interanual.

Los inversores evalúan con optimismo la temporada de resultados del segundo trimestre; alrededor del 86% de las compañías del S&P 500 que han presentado sus resultados han superado las expectativas. En el ámbito macroeconómico, las peticiones semanales de desempleo en EEUU repuntan hasta 419.000 solicitudes, 53.000 solicitudes más que en la semana.

En España, el Íbex 35 registró su tercera jornada al alza (+0,64%), superando así el nivel de 8.600 puntos, en la que destacó Bankinter.

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