Análisis

Isabel albás

Parlamentaria andaluza de Ciudadanos

Yo trabajaba antes de ser político

A mi parecer, la mayor razón para dedicarte a la política durante un período de tu vida debería ser tener vocación de servicio público, para mejorar la vida de todos los ciudadanos, y entiendo que es imprescindible haber vivido en primera persona muchas experiencias ajenas a la vida política. Antes de ser parlamentaria andaluza de Ciudadanos, yo ya había trabajado. Comencé trabajando por cuenta ajena y era joven, muy joven. Con el paso del tiempo y los contratos fui adquiriendo experiencia, formándome e intentando superarme, en definitiva, mejoré como profesional. Trabajé para diferentes empresas y en mis últimos años fui autónomo.

Autónomo como tantos millones de españoles, con problemas para pagar el alquiler, la luz, la cuota de autónomos, para cobrar. Viví en primera persona la grandísima burocracia que pide la Administración para montar un negocio. ¡Vaya que sé de primera mano las dificultades y bondades que padecen los autónomos!

Pues mis compañeros de Ciudadanos son como yo. No somos políticos al uso, venimos de la sociedad civil, hemos trabajado antes de ser políticos y considero que eso es algo bueno, muy bueno. Tengo compañeros médicos, enfermeros, celadores, profesores, maestros, abogados, procuradores, autónomos, comerciales y un sinfín de profesiones que abarcan la mayoría de los ámbitos labores. Personas que conocen de primera mano lo bueno y lo malo de su trabajo, que con conocimiento de causa saben las mejoras que se pueden llevar a cabo, reformas y mejoras sensatas. Porque señores: no es lo mismo ver el toro desde la barrera que torear uno mismo. Quizá por esto, durante muchos años en España se han llevado a cabo medidas absurdas: aeropuertos sin aviones, hospitales sin abrir, centros escolares mal planteados. Muchas y variadas equivocaciones que pagamos todos los españoles que parece que a los gobiernos sean nacionales, autonómicos o locales no les duele el mal gastar el dinero de todos.

Por eso, veo con meridiana claridad que una persona que no ha trabajado nunca fuera de la política pueda saber cómo solucionar la mayoría de los problemas de los ciudadanos, cómo poner en valor el poder pagar la hipoteca o llegar a final de mes.

Y otro problema con el que nos encontramos es que los que no han trabajado nunca, no hay forma humana de moverlos del sillón. ¿Qué van a hacer si dejan la política, en qué van a trabajar? Porque cuando buscas empleo, las empresas además de formación, te piden experiencia y me pueden decir ustedes ¿qué experiencia tiene cualquier político después de llevar 30 años dedicándose a la política, si única y exclusivamente ha trabajado en eso?

Estoy muy orgullosa de dedicar unos años de mi vida al servicio público, a la política, pero dentro de un tiempo volveré a mi trabajo anterior. Tal vez vuelva a ser autónomo, pero regresaré a la sociedad civil después de haber cumplido con mi obligación actual: servir a los demás.

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