Análisis

francisco andrés gallardo

El pato laqueado que merece la pena hallar

En un nombre tan sevillano del callejero madrileño como Sor Ángela de la Cruz, en la recuperada zona de Cuzco, que se ha reanimado con nuevas aperturas, se encuentra uno restaurante del Sudeste Asiático y Japón que trae estilo, diseño y elaboraciones canónicas para descubrir en España como Mítiko. Tras ese nombre de grafía desenfadada hay seriedad en el tratamiento de sus platos y una atención cuidada pero a la vez informal que ajusta los gustos del público actual. Una próxima escapada a Madrid, que parece inevitable con puente y vacaciones próximas, debería de incluir nuevos nombres para sorprender y descubrir como Mítiko, que llega a hacer honor a su nombre.

Sólo por el pato laqueado ya merece la pena hallar este lugar con una elegante decoración y donde lo oriental está pensado para que sea seductor y renovador, ensalzando también la mejor materia prima española.

El pato laqueado es uno de los puntales de la cocina cantonesa y al margen de las elaboraciones en tantos restaurantes 'costumbristas', en Mítiko se asemeja a la ceremoniosa receta de las llanuras chinas.

Junto a especiados que hacen viajar al paladar, en esta restaurante también se vela por el producto en sí. Con platos como el pulpo frito con crema de tuétano, la lubina al vapor con sichimi y sake; o el char siu (carne de cerdo laqueada). Entre sus niguiris, los de vieiras gallegas con salsa de mahonesa y trufa, los de atún toro o los de solomillo de vaca con foie y trufa. En dim sums están los saquitos de cerdo ibérico o los baos de lomo de cerdo, txangurro, consomé y trufa. Con complicidad de ida y vuelta hasta Perú, el menú de Mítiko ofrece tiradito de presa ibérica marinada el lemongrass, jengibre y mandarinas asadas, con mojo de cilantro y pomelo.

Como historia para compartir, y que se ha añadido a la carta de este joven local, están sus nuevas gyozas de pollo con verduras bañadas en salsa de frambuesa. Es una creación de Liu, el marido de Lulú Zheng, fundadora de este Mítiko que se ha instalado en las agendas.

En este homenaje a "Madame Lu", el chef propone recrear a través de sabores exóticos la admiración y el amor por esta emprendedora que está innovando en el concepto asiático, a veces tan devaluado, en Madrid. Son unas gyozas que mezclan dulce y lo salado, polos opuestos que se atraen, Oriente y Occidente que se reencuentran en el menú de un rincón Mítiko en la conocida zona de oficinas Castellana arriba.

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