Mira que lo dije en su día, hace años, que no volvía a las rebajas ni aunque me pagasen, pues nada, que es verdad ese refrán que habla de las aguas que no has de beber y que al final acabas atragantado. Ya se estarán imaginando y hasta guaseando, que me ha tocado volver a las rebajas este año y espero que ya haya cumplido para otros diez o quince años, y hasta para más, que yo no comprendo que eso le pueda gustar a la gente.

Primero, que lo que dicen en la publicidad, pues eso, que no es tan verdad como anuncian, o es menos verdad o es una verdad cortita, que sí puede ser que haya un televisor rebajado a la mitad, pero que solo hay uno, y ya está, uno para toda la tienda, y así todo, que luego las rebajas no son tantas como dicen o son menos, ya me entienden ustedes. Me convenció Soraya, faltaría más, que ella es capaz de convencerme hasta de que el mundo no es redondo, que la puñetera tiene esa habilidad y cualquiera se le niega cuando se pone insistente, que no hay manera y tienes que hacer lo que te diga. Sobre todo, y en eso juega con ventaja, porque ella se amolda a todo lo que se le dice, y para una vez que dice algo, pues eso, ya nos estamos entendiendo. Ya ves tú con la edad que tengo, que no es que sea mayor, pero que es asunto de los nenes, la pinta que yo tenía en la puerta de la tienda, que yo no sé la de empujones que me dieron, que yo creo que me han salido hasta cardenales, y no estoy exagerando.

Y cuando abrieron la puerta, madre mía, que aquello era como entrar en la jungla, que se me vinieron a la cabeza las películas de Tarzán, cuando las manadas de elefantes corrían de un lado para otro, pues más o menos. Y total para nada, que luego lo que vas buscando no lo encuentras por mucho que lo intentes, y no se te ocurra preguntar que ahí nadie sabe nada. Pero así somos, y es lo que nos gusta o eso parece, aunque yo no le termine de ver el gusto, aunque en gustos, ya sabe, el catálogo está en blanco y cada uno lo escribe a su manera, o eso dicen. En fin, que no me compré nada y encima acabé molido, que eso tiene su trabajera y buena, lo que yo les diga. Pero es que a veces tenemos que hacer cosas que no nos gustan, sobre todo con aquellas personas que también las hacen, y hasta más que nosotros. Pues eso, hoy por ti y mañana es mañana.

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