La incertidumbre se instala en el mercado

En los dos últimos meses las bolsas se han mantenido consolidando en un rango estrecho, pero con fuertes rotaciones sectoriales por debajo de esa aparente estabilidad. Si en abril predominó un movimiento hacia sectores defensivos, como consecuencia del temor a que la crisis bancaria de EEUU pudiera provocar una recesión, en mayo los inversores han girado hacia compañías de perfil tecnológico ante la irrupción de la inteligencia artificial (IA) como un factor potencialmente transformador de la economía en los próximos años. Esto se ha traducido a nivel sectorial en una fuerte divergencia entre la rentabilidad de unos pocos sectores ligados a la IA y el resto. El sector tecnológico ha sido el principal beneficiario del interés de los inversores por invertir en el desarrollo de la inteligencia artificial, lo que se ha traducido en rentabilidades del sector de un 9% en EEUU y un 8% en Europa en mayo. En el caso del mercado europeo, el resto de sectores ha registrado pérdidas que fluctúan entre el 1,6% del sector salud y más del 9% en energía e inmobiliario.

Entre los factores que han favorecido la volatilidad del mercado en las últimas semanas han destacado las negociaciones sobre el techo de deuda en EEUU y el debilitamiento de la recuperación de la economía china. La exposición de muchas compañías europeas al crecimiento de China ha sido un factor positivo en los primeros meses del año, pero les ha perjudicado en las últimas semanas. En este contexto, los inversores han buscado refugio en las grandes compañías tecnológicas estadounidenses, que se perciben menos vulnerables a la posibilidad de un deterioro de la economía global, el principal factor de incertidumbre en los mercados cara a la segunda parte del año.