Análisis

la gloria de san agustín

Toca seguir, claro que sí

Pues ya pasó la Semana Santa y menos mal, porque pegarse el lote de torrijas, pestiños y roscos que me he pegado y encima sin ir detrás de los pasos, que en eso se consume mucho, pues ya me dirán ustedes. Que a este paso, como siga así, si me dejo caer por la escalera rodando llegó hasta la Piedra Escrita, y sin ningún tipo de problema, que no hace falta ni ponerme ruedas, de lo redondito que me estoy poniendo.

Yo digo que estoy harto, porque es la verdad, pero que me ponen una olla de caracoles y me la como entera, como les estoy contando. Aunque yo creo que los caracoles engordan poco, que les pasa como a las pipas y esas cosas, que son muy entretenidas, pero que tienen muy poco de comer, o eso quiero pensar yo, para qué nos vamos a engañar. O mejor como dice el Cayetano, que el puñetero tiene todo el arte, que los caracoles no engordan, que el que engorda eres tú. Y no le falta razón, ni tampoco gracia, que anda que no lo echo de menos, pero tela. Y eso que alguna vez que ido a comprar, o lo he hecho yo, nos hemos dado una voz y nos hemos asomado a las ventanas para saludarnos. Que Cayetano es como mi hermano, que no me recuerdo sin él, y la primera vez que lo vi, después de dos semanas, se me saltaron las lágrimas, para qué nos vamos a engañar, que tengo mi corazón y yo soy muy sentido para mis cosas y para mi gente. Y muy orgulloso que estoy de eso, pero claro que lo estoy, que no creo que eso hable mal de mí, sino todo lo contrario, me parece a mí.

Y lo mismo me sucede con Soraya, claro está, que anda que no la echo de menos, aunque sigamos sin ser novios formales. Pero eso da igual, que cuando se siente por una persona no hace falta tener nada escrito, firmado o hablado, me parece a mí, y no sé si me estoy explicando yo bien. Por eso mismo, yo creo que tenemos que seguir con el mejor ánimo, y con la mejor de las sonrisas, por la gente que nos quiere, que tenemos que recuperar los buenos ratos que pasamos con ellos, y que van a volver, y hasta antes de lo que imaginamos. Yo me agarro a eso, y a mi hermana y a mi cuñado, que me están dando un ejemplo que no se pueden imaginar, que más buena gente no pueden ser. Que yo creo que eso está pasando en muchas familias, que se están descubriendo, y eso es la mar de bonito. En fin, que a todo le tenemos que buscar el lado bueno, porque todo lo tiene, hasta lo que nos parece más horrendo.

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