Continuando con la tendencia bajista predominante a finales de la semana pasada, ayer prosiguió la toma de beneficios en los principales mercados de renta variable.

Las crecientes tasas de inflación en las economías avanzadas, situuadas significativamente por encima de los niveles objetivo de los principales bancos centrales y en máximos de las últimas décadas, siguen centrando la atención del mercado. Hoy se publicará el dato de IPC de diciembre en EEUU, que podría elevarse a un 7% anual (frente al 6,8% del mes anterior). En el caso de la Eurozona, la estimación preliminar de Eurostat reflejó una inflación de un 5% anual en el último mes de 2021, su mayor nivel desde que entró en circulación la moneda única europea. Todo ello en un entorno marcado fundamentalmente por el encarecimiento de la energía y las materias primas y por los problemas en las cadenas de suministro.

Esta coyuntura aumenta las expectativas de que los principales bancos centrales sigan endureciendo el tono de su política monetaria a corto plazo, especialmente en EEUU. A lo que se une una elevada incertidumbre sobre la propagación de la variante ómicron del Covid-19 a nivel mundial.

Todos estos factores están generando un incremento del grado de volatilidad en el mercado.

En contraste con las caídas de en torno a un 1% en las bolsas de Europa, los mercados asiáticos han registrado variaciones moderadas, a excepción del Kospi surcoreano (-0,95%).

El Íbex 35 encadenó su cuarta sesión consecutiva a la baja y perdió un 0,51% hasta 8.707 puntos.

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