Ha sido una semana de mucha calor, pero tela marinera, pero también ha sido una muy buena semana, para qué vamos a decir lo contrario y es que nos lo hemos pasado de lujo en la Velá, que es una fiesta que deberían disfrutar y conocer todos los cordobeses, y quien no lo haya hecho se lo recomiendo, porque se puede llevar una sorpresa de las grandes, de verdad de la buena. Los amigos del barrio hicimos una excursión y la verdad es que nos lo pasamos de lujo, que había un ambiente la mar de bueno, que hasta la temperatura bajó un poquito, y se estaba la mar de a gusto. Eso sí, yo cada año que voy a la Velá me tengo que acordar de cuando era un nene, no lo puedo evitar, y la imagen de mis padres se me viene a la cabeza, que anda que no he ido veces con ellos de las manos, pero una auténtica barbaridad. Y eso me pone triste y contento al mismo tiempo, que yo sé que ellos también se estarán acordando de mí, allá donde estén, si es que están en algún sitio. Pero vamos a cambiar de asunto que me estoy poniendo demasiado lastimero y eso no me pega o no es lo que yo quiero contar en estas columnas. Que para penas ya tenemos las que tenemos todos los días, que vaya semana de barullos y líos raros que hemos tenido. Yo no sé explicarles muy bien, pero que se ha liado bien gorda y parece que todavía se puede liar aún más. Pero que no les puedo explicar más, que aunque mi Día lo cuenta la mar de bien yo no me he quedado con la hebra y tengo la madeja toda realidad.

Donde me gustó que no hubiera sorpresa, y hasta puede que fuera una sorpresa el que no hubiera sorpresa, fue en la Copa, que nuestro Córdoba ganó su partido con holgura. Y eso que hubo susto final, que con este equipo no se puede estar tranquilo, y eso que me encantaría, pero parece que no. Por lo menos que estemos tranquilos en la Liga, sin preocupaciones, y que si nos toca ponernos nerviosos que sea porque estamos peleando por subir otra vez a Primera, que eso me encantaría, que el año que estuvimos aunque lo pasamos mal, también lo pasamos muy bien, y no sé si me estoy explicando. En fin, que si vamos a tener sorpresas, ya sea en fútbol o en lo que sea, que sean sorpresas agradables, de las que gusta que te den, que las otras no las quiero, y las regalo todas, pero desde ya. Aunque tengo la impresión de que no nos va a ir malamente, que viene buen tiempo, o eso quiero creer. O es lo que me digo para levantarme con buena cara todas las mañanas, que todo es posible.

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