Pues no me cuesta reconocerlo, me ha dado mucha pena lo de Sandoval, pues sí, que ese hombre se ha comido un sapo muy grande, pero muy grande, y lo poco que se merecía, me parece a mí, es seguir un año más en el Córdoba. Porque vaya dónde cogió al equipo, que todos decíamos que era imposible, y nos ha salvado. Yo no sé lo que habrá pasado en los despachos, que eso nunca lo sabremos, que no lo cuentan nunca a las claras, pero la realidad es que el entrenador que nos ha salvado de irnos al pozo no va a seguir siendo el entrenador de nuestro equipo y eso, lo queramos o no, es difícil de entender, por mucho que te lo quieran explicar, y el que diga lo contrario sabe que es así. O será que yo soy muy raro. Y vuelvo a repetir que no sabemos lo que ha pasado puertas para dentro, que lo mismo el hombre ha pedido hasta una parte de la Mezquita y yo qué sé más, pero que como no lo sé, pues eso, que insisto en que me parece extraño, que si alguien me lo explica a lo mejor empiezo a entenderlo. De todos modos, haya pasado lo que haya pasado, a ese hombre tenemos que agradecerle mucho, que nadie daba un duro por nosotros y aquí seguimos, que estuvimos siete meses, siete, que se dice pronto, en la cola y al final pudimos sacar la cabeza, que de esto nos vamos a acordar siempre. Que me recordó a cuanto el Cádiz estaba en Primera y se salvaba en la última jornada, o algo así, que todas las carambolas le beneficiaban.

Hablando de salvarse, no hay derecho a lo que han hecho otros países con esas criaturas que van en el barco, que eso no es cuestión de dinero ni de política ni de nada, que son personas humanas como nosotros y no las podemos dejar tiradas como si tal cosa. A mí me parece muy bien lo que ha hecho el nuevo Presidente, pero bien, que durante muchos años hemos sido los españoles los que hemos emigrado en barco a otros países para buscarnos la vida y se nos ha tratado con respeto y es lo mismo que se merecen estas personas. Que yo tengo familiares que se fueron a Brasil, México o Alemania y se les trató bien y pudieron llevar una buena vida, que tampoco es tan extraño lo que estas personas reclaman jugándose la vida. En fin, que me voy sin decir nada del Mundial de Fútbol de Rusia después de la semana que hemos pasado, pero para eso habría necesitado más sitio. Lo importante es que el balón entre en la portería contraria y ya está, y dejarse de líos. Aunque el que ganes no te garantiza nada, y si no que le pregunten a Sandoval.

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