Análisis

ANDRÉS MEDINA

Analista político y socio fundador de la consultora Gravitas

Recta de meta

El domingo que viene, después de la campaña más corta de la historia, algo más de 24 millones de españoles, de los 35 que pueden hacerlo, acudirán a votar por cuarta vez en cuatro años. Los españoles tienen la sensación de que viven en campaña permanente y a muchos se les empieza a hacer bola.

Si profundizamos en el resultado de la encuesta de Ipsos para los diarios del Grupo Joly, los bloques de izquierda y derecha siguen representando casi lo mismo que en abril, aunque ambos perderán cerca de un millón de votos por la abstención. Parece que nada se mueve, pero dentro de los bloques hay mucho ajetreo. En la derecha más de dos millones de personas han cambiado de partido en los últimos cinco meses. En la izquierda son 1,6 millones.

En esta campaña electoral, el PSOE se ha encontrado en un terreno que no esperaba y su mayor amenaza en estos últimos días será la maldición de Susana. Ese clima mayoritario que dibuja un aura de ganador inevitable que puede provocar la desmovilización entre los suyos, como le pasó a Susana Díaz en Andalucía hace un año. La maquinaria de movilización socialista es muy potente, pero tendrá que funcionar a pleno rendimiento.

El PP disfrutó de un primer impulso favorable gracias al derrumbe de Ciudadanos, pero tras los disturbios en Cataluña después de la sentencia del Tribunal Supremo se aleja de sus mejores pronósticos. Ahora se encontraría más cerca de los 90 escaños que de los 100. El mayor beneficiado de ese subibaja es VOX, que podría ser tercera fuerza en escaños gracias a su buen rendimiento en Madrid y en las Castillas.

La tercera posición en votos queda en el aire, porque Unidas Podemos ha demostrado gran resistencia pese a la aparición de Más País. Bajará algunos diputados, pero gracias al medio millón de votos que arrebata al PSOE no sufre tanto como se esperaba.

Ciudadanos entra en la recta de meta rezagado, pero comienza a despertar. Sube su fidelidad y deja de enviar tanto voto al PP y al PSOE. Rivera toca a rebato porque sabe que son un partido de última semana. Atentos al debate de esta noche porque Rivera se juega más de 1,4 millones de votos: 650.000 con Casado, con Abascal 590.000, y con Sánchez unas 200.000 papeletas.

Existe otro terreno de juego importante: el Senado. El PSOE podría perder la mayoría absoluta, porque VOX sólo presenta un candidato en cada circunscripción y dejará libres 2 casillas que podrían desembocar en el PP.

En una semana veremos la ceremonia de medallas, todo apunta a que Sánchez ganará el Congreso, podría perder la mayoría en el Senado y, aunque haya gobierno, no habrá gobernabilidad.

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