Los ministros Méndez de Vigo, Catalá y Zoido, oh Zoido, con mofletes inflados cantando el himno de la Legión, el pasado año llevaron al huerto de la exaltación patriótica, y partidista, por encima de la religiosa, a la entronización del Cristo de Mena. El flanco de la derecha insiste en sacar partido de patrimonios comunes como la Semana Santa y el ejército, de una tacada. Como en otros tiempos. Es curioso que Canal Sur ahora se ponga a la orden para estrenarse en esta retransmisión malagueña. En otros años enfocaba de lo lindo el balcón trianero de la presidenta y toca orientar el tomavistas según sugerencias del nuevo gobierno de la Junta.

La autonómica está lejos de ser la Nuestra y está predestinada a ser la de Ellos, dorando al que está en San Telmo, por fuera; y tomada por los sindicatos, por dentro. Le están entrando repuntes ortodoxos, aunque en esta semana de cirios, palios y cornetas muestra una vertiente vertebradora valiosa, en rivalidad con las cadenas locales, con mínima influencia el resto del año. Canal Sur cumple con creces en su cobertura de la Semana Santa, ampliado todo lo posible el abanico en Andalucía Directo, desdoblándose por las emisoras de radio y manteniendo una parcela de visibilidad para pequeñas poblaciones en espacios como los resúmenes provinciales.

Y cada vez cuenta con más respaldo en un despliegue que nació con dudas pocos años atrás y que se ha convertido en un acierto. Por Andalucía TV se ofrece en estos días la carrera oficial de Sevilla; y por Canal Sur 2, la de Málaga. Así incluso se apaciguan las rencillas y susceptibilidades localistas. Ambos seguimientos son generosos en tiempo y atención, con unos comentarios que ya no son los de la radio, sino de micrófonos colocados para ayudar al espectador, entre silencios y sonidos, al relato de tan profuso contenido cofrade. Televisión de proximidad que traslada a toda Andalucía las dos celebraciones más importantes de estas fechas. Un esfuerzo para reconocer la labor de decenas de profesionales. Y que así sea.