Visto y Oído
John Amos
Rafalete
Qué alegría poder escribir este día tan bonito del año, que aunque está fresquito, es un día de pasarlo muy bien, y de recordar a tanta gente que ya no está con nosotros. Yo creo que eso es lo peor de cumplir años, los que se van yendo y has querido mucho. Por eso, estos días hay que plantearlos para pasarlo bien y nada más.
Mis amigos del barrio ya tienen una montada de aúpa a mediodía en el barrio, que primero vamos a empezar en Las Beatillas y luego donde encarte, aunque yo me quiero retirar temprano. Todavía me acuerdo de la que lié hace unos años, que no fui capaz de comerme la cena y vaya disgusto que le di a mi hermana. Y no es justo, que encima que vivo en su casa de prestado, como para darle sofocones. La cosa es que lo de la tardebuena, como la llaman los más jóvenes, se ha puesto muy de moda, tanto que lo hace todo el mundo, y algunos acaban peor de lo que imaginan. Que las tardesbuenas están creando muchos problemas en las familias, que me sé más de una en la que se ha montado un cirio bueno.
Hay que tener cuidado, sobre todo con las mezclas. El anís está muy rico, muy rico, pero tiene un gran problema, que es muy traidor, y cuando menos lo esperas te ha pegado un leñazo gordo. Si alguno de ustedes lo han padecido, ya saben lo que pasa al día siguiente, que tienes una fogata en el estómago y un tambor en la cabeza. Que yo solo lo he pasado una vez, y no quiero que me vuelva a pasar. Aunque ese refrán del agua que no se va a beber y que acabamos bebiendo tiene más razón de la que imaginamos.
Mi hermana ha dejado preparado un pavo, que está más bueno de un día para otro porque coge el sabor. Lo ha hecho con la receta de mi madre, y por el olor yo creo que lo ha calcado. Yo no sé la de teleras que voy a mojar ahí, que vaya cosa rica, pero buena de verdad. En fin, que me pongo una chaquetilla de los domingos y me voy donde mis amigos, que hoy toca celebrar y nada más. Ya vendrán las penas y las amarguras, que siempre llegan por desgracia, pero hoy no tocan.
Hoy toca estar junto a las personas que quieres y volver a ver a esos amigos que ves tan poco porque están fuera o por lo que sea. Nada de política, de malos rollos ni de darle caña al cuñado, que no merece la pena, que hoy es disfrutar y nada más. Además, yo tengo la suerte de que mi cuñado es un tío estupendo, que voy con él al fin del mundo. Y acabo deseándoles las mejores fiestas, con mucho amor y muchas risas, mucho disfrutar y darse apretones con los que más queremos, que de eso no nos podemos cansar nunca. Y cantar y brindar, que siempre hay algo por lo que brindar. Feliz Navidad.
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