Hay que empezar a cambiar, que ya está bien de pensar que las cosas van mal y demás historias, y ponernos a pensar que nos sobran los motivos para estar contentos y sonreír cada mañana, cuando nos levantamos. Yo sé que eso es fácil decirlo, que la teoría es muy bonita, pero también lo podemos hacer, si nos ponemos a ello, claro que sí.

Esta semana, cuando he leído aquí en mi Día que Córdoba es uno de los destinos favoritos de los turistas casi me da un salto el corazón, lo que yo les diga, que todo lo que sea bueno para mí Córdoba bendita es bueno para mí, y para todos, que esas cosas hay que entenderlas de esa manera, de verdad. Porque eso querrá decir que más gente estará trabajando en los hoteles, y en los restaurantes, y en los que llevan la comida de los hoteles y de los restaurantes, y el que vende el papel higiénico o lava las sábanas también va a ganar más, que eso es un círculo, como se suele decir, y son más los beneficiados de los que imaginamos.

Por eso me parece tan bien que abran los Patios ahora otra vez, que se pueden hacer más cosas, que eso también nos traerá más gente, y que no tarden en hacer otra Magna, que eso también es un reclamo de primera, lo que haga falta, siempre que se haga con cuidado y siendo prudentes, porque ya es hora de volver a lo que siempre hemos hecho. Que para algo nos hemos vacunado, me parece a mí, y que nadie vea en mí a un imprudente, todo lo contrario, que a prudente no hay quien me gane, pero ya toca otra cosa.

Y también nos está dando motivos para la alegría nuestro Córdoba, que está pleno de victorias y además jugando bien al fútbol, que ojalá todo esto acabe en lo que todos esperamos y recordemos esto en el futuro como una mala pesadilla que nos tocó tener. De todo se sale, es verdad, pero hay que hacer que así sea, y trabajar, y correr en el campo, que todo lo demás no vale. Y al que estoy deseando ver de nuevo es al Futsal, que me da el pellizco que va a hacer una temporada muy buena, y no nos olvidemos de que están en Primera División, ya por tercer año consecutivo, y con los mejores jugadores y equipos del mundo, tal cual.

En fin, que nos sobran los motivos para sonreír y pensar que la cosa va a ir a mejor, que sólo con pensarlo y creerlo, y sobre todo intentarlo, puede ser que pase. Y entonces sí que lo podremos celebrar.

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