El mercado se mantenía atento al dato más relevante de la semana, la inflación en EEUU, que vuelve a sorprender con una lectura más dura de lo que se esperaba. Así, el IPC de enero se sitúa en 7,5% (frente al 7,3% esperado), niveles no vistos desde 1982.

Parece inevitable que los inversores vuelvan a preguntarse qué medidas adoptará la Fed ante este recrudecimiento de las tensiones inflacionistas, y más porque ya no se puede achacar toda la culpa al precio de la energía.

En este escenario parece más claro que en marzo podría llegar la primera subida de tipos en EEUU.

Este posible cambio de reglas del juego está incidiendo en los mercados de renta variable y en los de renta fija; en EEUU, el bono a 10 años coquetea con la barrera psicológica del 2%, mientras que en Europa el bund cotiza por encima del 2%.

Los resultados publicados en Europa han superado las previsiones; la cruz la ha puesto Credit Suisse, con sus millonarias pérdidas, pero Credit Agricole, Unilever, Siemens, Astrazeneca o Total, entre otras, han sorprendido positivamente.

En nuestro mercado, Mapfre y ArcelorMittal no han decepcionado. La acerera consigue su mejor ejercicio desde 2008 gracias a la demanda histórica del metal, mientras que Mapfre ha demostrado su fortaleza en un complicado contexto. El Íbex 35 cierra así, con una subida de 0,45%, que le lleva a 8.886,20 puntos.

El euro consigue reforzarse por encima de los 1,14 dólares, mientras que el crudo Brent se sitúa en 93, cerca de máximos desde 2014.