Análisis

la gloria de san agustín

Fichajes y recuerdos

Como les dije la semana pasada, o no sé si fue la otra, que ya me lío con las fechas, y casi con todo, les voy a dar un margen de confianza a los nuevos dirigentes del Córdoba, a ver si la cosa se endereza o nos vamos definitivamente al pozo, que espero que no, que ya lo hemos vivido unas cuantas veces y ya sabemos que no se pasa nada bien, pero lo que se dice nada, de nada. Por lo pronto han empezado fichando a jugadores nuevos, para ver si podemos todavía lograr el milagro. Diez, ni más ni menos. Porque esto ya empieza a estar en el momento milagro, y espero que no lleguemos al momento imposible, porque la propia palabra lo dice. Eso sí, algunas veces nuevos jugadores no quiere decir jóvenes jugadores, que hemos fichado a Reyes, ese chaval que jugó tantos años en el Sevilla, y en media docena de equipos, todos buenos, hay que reconocerlo, y que ya tiene 34 años. Yo no entiendo lo de mirar el carné de identidad de los jugadores, con lo que entrenan y con lo que se cuidan, que con esas edades son todavía unos nenes. Ya quisiera los 34 de Reyes y hasta diez más, que soy capaz de comerme el mundo y a bocados, sin patatas fritas ni mayonesa. Yo creo que Reyes puede hacer todavía cosas muy buenas, que siempre ha visto el fútbol la mar de bien, y con su puntito de artista, que aquí nos gusta mucho eso. Lo que no me gusta es que nos valgamos de Reyes para insultar a Sevilla, que esa es una cosa en la que no podemos caer los cordobeses, que somos gente educada y muy elegante y eso no es ni elegante ni educado.

Pues sí, hemos tenido fichajes esta semana, y también hemos tenido un momento para el recuerdo, que el lunes recordaron al poeta que nos dejó tan joven el año pasado, me refiero a Nacho Montoto, y que yo tuve la suerte de conocer cuando organizó el sarao ese de poetas que hay en otoño. Y vaya chaval majo, pero tela, y menudo el sofocón que me llevé cuando me enteré de lo que le había pasado, vaya tela lo injusta que puede llegar a ser la vida. Pues Dobladez, el que fuera político y Pablo García, el poeta del cine, le presentaron el libro que dejó escrito antes de morirse, y por lo que allí leyeron tiene que ser la leche de bonito, y eso que ustedes saben que yo de estas cosas no entiendo. Pero sí entiendo de buenas personas y se notaba que lo echaban mucho de menos, que eso es lo mejor que podemos dejar de nosotros. En fin, que ha sido una semana de fichajes y de recuerdos, esperemos que los sepamos emplear buenamente, que muchas veces basta con eso para que la cosa vaya bien.

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