Análisis

Salvador Moral

Esperando al turista post covid-19

Tomo prestada la idea del título de la obra de Samuel Beckett Esperando a Godot, obra que pertenece al denominado teatro del absurdo, para reflexionar sobre cuándo, cómo y quién será el turista post-covid-19 que vendrá a Córdoba.

Como consecuencia de la pandemia, la estimación de pérdidas para el sector turístico en España en el año 2020 se cifra en unos 70.000 millones de euros, afectando a 1,1 millones de empleos, con una repercusión de aproximadamente el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) y con una caída en la llegada de turistas extranjeros de cerca de 50 millones respecto a 2019. Cifras que por sí solas reflejan el tremendo impacto que esta epidemia está teniendo en el sector turístico. Si nos centramos en la economía en su conjunto, este año, y muy posiblemente en 2021, sufriremos un serio varapalo. Así lo reflejan los últimos informes emitidos por el Fondo Monetario Internacional, donde se estima unos niveles de endeudamiento para España situados en torno al 115% de nuestro PIB y con unos niveles de déficit público cercanos al 9,5% y al 6,7% para 2020 y 2021, respectivamente. Para que se hagan una idea de esta situación, nos tendríamos que remontar a principios del siglo XX para ver un nivel de deuda pública por encima del 110% del PIB.

La situación está afectando a todos y cada uno de los sectores productivos, si bien el hecho de tener España una excesiva dependencia del sector servicios va a agudizar aún más esta crisis. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de las dos terceras partes del total de la riqueza producida en España es debido al sector servicios. Dicho de otro modo: si cae el sector servicios, cae España. Esto ya se está empezando a notar a nivel nacional, situación que se volverá aún peor cuando se inicie la época estival.

Si nos centramos en la ciudad de Córdoba, el Grupo de Investigación Economía del Turismo de la Universidad de Córdoba ha previsto tres escenarios diferentes para estimar el impacto económico en el sector turístico de la ciudad en el año 2020. Estos tres escenarios se basan en cuándo y en qué porcentajes volverán los turistas españoles y extranjeros en 2020, y tomando como base los datos del año 2019. Así, el escenario A se basaría en que llegaría a la ciudad un 25% de los turistas españoles en junio, un 50% más en septiembre y el 25% restante en noviembre. Por su parte, llegaría un 25% de los turistas extranjeros en septiembre y otro 25% en noviembre. El escenario B se basaría en que llegase a Córdoba un 50% de los turistas españoles en septiembre, otro 25% de turistas nacionales en noviembre, y un 25% de los turistas extranjeros en noviembre. Y el escenario C implicaría una llegada en el año 2020 solo de turistas españoles (un 25% en septiembre y otro 50% en noviembre). Estos tres escenarios muestran la importancia de apostar en el año 2020 por un turista nacional debido a la previsión de una pérdida considerable del número de turistas extranjeros.

Con base a estos tres escenarios, la estimación de pérdidas en el sector turístico de la ciudad de Córdoba sería en el escenario A de 349 millones de euros, en el escenario B de 416 millones de euros y en el escenario C de 442 millones de euros. Obviamente, las estimaciones estarían muy supeditadas a la evolución de la pandemia y a su posible rebrote en otoño. No obstante, y como posible mitigación de estos impactos económicos negativos, se encontraría la realización en otoño de eventos como la feria o la fiesta de los patios.

Dando ya por casi perdido el año 2020, debemos de mirar hacia adelante y focalizar todos los esfuerzos en mejorar o intensificar la promoción de actividades turísticas de la ciudad. Un par de propuestas. La primera se centraría en la gastronomía, ¿por qué Córdoba no opta por ser Capital Española de la Gastronomía?, ¿por qué Córdoba no lucha por ser inscrita como Ciudad Creativa de la Gastronomía? La segunda propuesta se basa en el reforzamiento de Medina Azahara con el objetivo de incrementar las pernoctaciones.

Pero más allá de los impactos económicos y de las propuestas a medio plazo, la primera necesidad que tienen los gestores encargados del sector turístico es definir y conocer al turista post-covid-19 que llegue a la ciudad (y a la provincia), un turista que va a ser muy diferente al viajero de antes de la epidemia. Ello es debido a que esta pandemia ha provocado un cambio, tanto del escenario como de los actores que participaban en él. Por esta razón, y para tener un mejor conocimiento de los turistas que llegan, se hace imprescindible la realización de trabajos de investigación que nos indique qué tipo de turista vienen a nuestra ciudad (y a nuestra provincia), sus motivaciones y sus percepciones con la finalidad de crear productos turísticos que satisfagan sus necesidades. Una cosa está clara: el turista que vendrá a Córdoba no será el mismo que llegó hasta hace unos meses.

Por lo tanto, se hace necesario abordar este problema de raíz, llevando a cabo trabajos de campo que deben de comenzar el mismo día que el primer turista post-covid-19 pise la ciudad de Córdoba tras el levantamiento del confinamiento. Por ello, es necesario que cuando llegue este primer viajero se tengan planificados y preparados los instrumentos necesarios para realizar estas investigaciones basadas, lógicamente, en trabajos de campo. Y considero que estas investigaciones tienen que realizarse en el seno de un Observatorio de Turismo, liderado y coordinado por el Instituto Municipal de Turismo de Córdoba (Imtur), y con la colaboración de la Universidad de Córdoba. Aunando esfuerzos, y llevando a cabo estas investigaciones, pronto tendremos datos que nos permitirá conocer al turista post-covid-19 y trasladar estos resultados de manera inmediata a las diferentes empresas para que puedan dar una rápida respuesta a las demandas de un turista que, sin lugar a dudas, será un viajero diferente.

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