Jornada de ligeros ascensos en los principales índices mundiales, con los inversores a la espera de las decisiones que adopte el BCE hoy, en un escenario de agravamiento de la crisis energética y deterioro de las perspectivas económicas.

También la escalada del dólar y de la rentabilidad de los bonos del Tesoro de EEUU sigue ejerciendo presión sobre las bolsas mundiales. En EEUU, un dólar fuerte reduce la inflación en las importaciones.

En la Eurozona, la evolución del empleo anualizada fue a mejor de lo esperado, con un repunte en el segundo trimestre de un 2,7% (frente al 2,4% anterior).

En Asia-Pacífico, los índices tuvieron un comportamiento negativo en general, explicado por la fortaleza del dólar y la desaceleración económica de China, marcada por las malas cifras de su sector exterior en agosto. El superávit comercial fue un 14% inferior a lo esperado, ante el menor dinamismo de las exportaciones (7,1% interanual cuando se estimaba un 13%). Sin embargo, el índice de Shanghái permaneció en positivo. Las mayores caídas la tuvieron el Kospi surcoreano (-1,39%) y el Hang Seng hongkonés (-0,83%).

Las utilities europeas subieron apoyadas por la propuesta de la Comisión Europea de establecer un precio máximo para la electricidad no proveniente del gas en 200 euros el MWh, por encima de lo proyectado. El Íbex 35 cerró en 7.855,90 puntos (+0,17%). Las mayores revalorizaciones fueron para Solaria (6,09%) y Acciona Energía Renovables (4,37%); las mayores caídas para Meliá (-9,13%), Rovi (-5,88%) y Repsol (-4,04%).

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