Análisis

josé Martínez Olmos

Epidemia de depresión

En salud mental, las necesidades superan la capacidad de respuesta

La depresión ha sido desde siempre un cuadro clínico que ha estado presente en la vida de las personas a lo largo de la historia de la humanidad. Sus consecuencias son enormemente dolorosas para aquellos que sufren este cuadro ya que, en ocasiones, suponen el detonante para un suicidio.

El reciente fallecimiento de la actriz Verónica Forqué tras suicidarse en su domicilio, ha golpeado la actualidad informativa en España y ha vuelto a poner de manifiesto la problemática de esta enfermedad y el drama que acompaña a los suicidios. Se habla de la gran cantidad de problemas de salud mental a los que estamos asistiendo como consecuencia de los efectos de la pandemia por Covid-19. Buena parte de estos problemas son cuadros de depresión que se acentúan ante las incertidumbres que la pandemia genera en millones de personas.

Es una situación realmente complicada a la que nos enfrentamos sin una adecuada organización de nuestros servicios y con una gran insuficiencia de recursos humanos y asistenciales. Las necesidades superan claramente la capacidad de respuesta y, aunque acaba de aprobarse la renovación de la Estrategia de Salud Mental, serán necesarios varios años para conseguir sus objetivos a plena satisfacción. Me temo que va a ser difícil el éxito si no se dedican cuantiosos recursos y si no se despliega una adecuada planificación. El abordaje de los problemas de salud mental y más en concreto los cuadros de depresión van a requerir la creación de equipos de salud mental que estén integrados y coordinados con los equipos de Atención Primaria y el nivel hospitalario, con un enfoque multidisciplinar y comunitario. La necesidad y el papel de los profesionales de la psicología es una evidencia que va a requerir decisiones valientes de incorporación de estos recursos profesionales.

Junto a ello, el objetivo de luchar frente al estigma es un objetivo de carácter primordial que va a requerir la colaboración del conjunto de la sociedad y, en especial, de los medios de comunicación. En el caso del suicidio hay que saber afrontar que es una realidad que existe y sobre la que cabe avanzar en su prevención con programas y acciones específicas.

Cuando ocurre un suicidio en personas conocidas, como es el caso de Verónica Forqué, además del impacto social que se genera, aflora una oportunidad de abordar la problemática que les caracteriza para trabajar y profundizar en la prevención y en evitar los estigmas y los silencios con los que se abordan los cuadros de depresión que les preceden.

Acudir a recursos institucionales para el apoyo psicológico cuando se presenta la depresión no es fácil y es un problema de enormes proporciones. Conviene remangarse y tomar cartas en el asunto. La salud mental es un derecho y un objetivo que se puede conseguir. Pero hace falta que sea una prioridad de verdad. De lo contrario los pagaremos muy caro.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios