Análisis

Dr. bartolomé beltrán

Embarazo y salud bucal

El incremento del flujo sanguíneo facilita el enrojecimiento de las encias

Los cambios hormonales, el aumento de progesterona y estrógenos, combinado con los cambios de la microbiota oral y la disminución de la respuesta inmune durante el embarazo, pueden provocar o favorecer una serie de cambios en su salud bucal. Durante la época gestacional es muy importante la prevención para no desarrollar ningún tipo de enfermedad periodontal o infección bucal. Tal y como recogen especialistas del Hospital Universitari General de Catalunya, en nuestra cavidad oral conviven de forma habitual un gran número de bacterias y cerca del 50 % de las gestantes desarrollan alguna patología bucal por lo que la higiene y el mantenimiento deberá ser más cuidadoso en este período, incluyendo todas las estructuras que componen nuestra boca, como son los dientes, la mucosa, la lengua, los labios y el cuello.

Según la OMS, las enfermedades bucodentales afectan 3.500 millones de personas en el mundo, y la caries en dientes permanentes es la patología más frecuente. Por ello, los especialistas recomiendan realizar una consulta odontológica pregestacional para valorar la salud periodontal antes del embarazo. Una de las patologías más frecuentes es la gingivitis del embarazo: el incremento del flujo sanguíneo facilita el enrojecimiento e inflamación de las encías, acompañada muchas veces de sangrado al cepillarse los dientes. Si bien la acumulación de placa bacteriana es la causa, los cambios hormonales exageran la respuesta inflamatoria de las mucosas.

Otra alteración es la periodontitis. No está causada por el hecho de estar embarazada, pero sí que los cambios hormonales y la deficiencia de una buena higiene oral, pueden empeorar una situación previa existente. Es importante realizar un tratamiento periodontal, la pérdida de hueso que podría producirse es irreversible.

El granuloma del embarazo es una tumoración benigna que aparece en la zona gingival, crece rápidamente y acostumbra a desaparecer espontáneamente después del parto. Causa dolor y puede dificultar la masticación, la deglución y el habla.

No debemos olvidar la caries. Hay que recomendar su tratamiento restaurador, escogiendo si se puede, el segundo trimestre de embarazo, que, por posición en la silla dental, es mucho más cómoda para la paciente. Por su parte, el Consejo General de Dentistas recoge algunas claves para disfrutar de una buena salud bucodental: cepillar los dientes al menos dos veces al día con pasta dentífrica fluorada y seguir una dieta sana y equilibrada, baja en azúcar y rica en verduras, pescado y aceite de oliva. Además, en caso de tener náuseas o vómitos, se puede comer pequeñas cantidades de fruta y yogures, y enjuagarse después de cada vómito para minimizar los riesgos de erosión en las piezas.

Un embarazo no es una enfermedad, pero los cambios que comporta sí que podrían derivar en alguna de ellas y las de la boca no son ninguna excepción. Así pues, hay que programar visitas al dentista durante el embarazo con el objetivo de que el especialista pueda informar, aconsejar y dar respuesta a todas las dudas que surjan. Seguro.

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