Tras la fuerte contracción generalizada de la actividad económica en 2020 (a excepción de China, que logró cerrar el año con una tasa de crecimiento positiva), los indicadores adelantados de los dos primeros meses de 2021 reafirman la divergente evolución geográfica.

Desde comienzos de año, el moderado ritmo de recuperación de las economías europeas y la ralentización de China contrastan con la creciente expansión de la actividad en India y EEUU. En este último se observa una recuperación del consumo privado, apoyada tanto en los avances de su plan de vacunación como en el optimismo ante el esperado nuevo paquete de estímulos fiscales, que se unirá al plan de ayudas puesto en marcha a finales de 2020. No obstante, esta mejora aún no se ha trasladado a su mercado laboral.

En el caso de Europa, el sector servicios continúa lastrado por la persistencia de las restricciones de movilidad, ante la elevada incidencia hospitalaria y la propagación de nuevas cepas del virus, mientras que el manufacturero sigue mostrando señales de mayor dinamismo, especialmente en Alemania.