Análisis

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Debate presupuestario entre las dos europas

El techo presupuestario de la Unión Europea (UE) se mantiene congelado desde la década de los ochenta. La UE no tiene presupuesto suficiente para financiar las nuevas necesidades que han surgido: cambio climático, digitalización, migraciones, transición energética… El agujero presupuestario se ha incrementado entre 10.000 y 12.000 millones de euros anuales como consecuencia del Brexit. Un agujero de más de 70.000 millones en los próximos siete años. Mañana, el presidente del Consejo Europeo presentará el Marco Financiero Presupuestario para el periodo 2021-2027, por un importe de 1,09 billones de euros. El 1,07% de la renta nacional bruta (RNB) de la UE. El presupuesto es inferior al de años anteriores e insuficiente para financiar las necesidades de la UE.

El Parlamento Europeo (PE) ha afirmado que rechazará cualquier propuesta de presupuesto que sea inferior al 1,30% de la RNB europea, y que no vaya acompañada de una ampliación de la financiación vía recursos propios de la UE. Asistiremos nuevamente al eterno debate entre las dos europas: la austera, frugal, rica e insolidaria del Norte (Alemania, Suecia, Holanda, Austria…) y la gastosa e indolente del Sur (España, Italia, Grecia…), acompañada por los países del Este. El PE considera inaceptable la propuesta del Consejo Europeo (CE) por insuficiente e incompleta. La solución que propone es aumentar los recursos propios de la UE mediante la creación de nuevas fuentes de financiación propias: tasa a los plásticos y a las emisiones de carbono importadas, base imponible común del impuesto de sociedades e impuestos a los servicios digitales y transacciones financieras. Financiación propia que podría alcanzar los 22.000 millones de euros anuales. Actualmente el 85% de las necesidades de la UE se financian mediante aportaciones nacionales y tan sólo el 15% con recursos propios. El PE plantea la necesidad de que esta situación, pendiente de solución desde el Tratado de Roma, se solucione definitivamente. Europa tiene que ser autosuficiente financieramente. En una primera fase hasta el 40% del presupuesto comunitario y en una segunda fase hasta al 60%. El PE pretende que la propuesta del CE no solamente sea suficiente, sino que también venga acompañada de una propuesta de recursos propios y fuentes de financiación. De no ser así el Parlamento está dispuesto a bloquear el presupuesto.

La insuficiencia financiera de la UE es el eterno tema a debate. Francia, Alemania y los países del Norte se oponen a la creación de fuentes de financiación propias. La aportación individual da más poder a los países que son aportantes netos. Es más cuantificable, más flexible y da más poder a la hora de influir sobre las prioridades presupuestarias. En el fondo de este debate subyacen dos concepciones del futuro de la UE: federal o intergubernamental.

De no ampliarse el presupuesto, las partidas que más sufrirán serán la financiación de la Política Agraria Comunitaria (PAC), que se reducirá un 13,9%, y los Fondos de Cohesión, que mermarán un 12,1%.Los pagos directos a agricultores se reducirán en 30.000 millones de euros y las ayudas al desarrollo rural en 24.000 millones. La agricultura española saldría gravemente dañada, en un momento difícil, de desplome de las rentas agrarias y de intenso conflicto social en el campo.

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