Vaya rasca que hizo el martes pasado en El Arcángel, pero rasca de la buena, pero eso no impidió que estuviera hasta los topes, y es que la ocasión lo merecía, que no todos los días nuestro equipo juega una final. Y ahí estuvo, y la ganó, a pesar del frío, y a pesar de hacer un mal partido tres días antes, que nos dio un sofocón, pero ya nos hemos olvidado, porque las copas lo tapan casi todo.

Me invitó mi amigo Cayetano a ver la final de la Copa en El Arcángel y anda que no echamos un rato de los buenos, pero bueno, que después de mucho tiempo nos dio una alegría de las muy grandes, que nos dio el trofeo. Yo no sé la de tiempo que no se abría la vitrina de las copas, pues esta semana se ha vuelto a abrir, y eso merece la pena celebrarlo como debe.

Y hoy no pensemos en más detalles, en los equipos que ha eliminado y esas cosas, eso otro día, que ganar cualquier título, cualquiera, y eso lo sabe cualquiera que entienda un poquito de fútbol, cuesta mucho trabajo, y por eso se celebran como se merecen. Lo pasamos bien en El Arcángel, aunque también sufrimos un buen rato, y yo creo que por eso más lo hemos celebrado, que menudos los abrazos que nos metimos al acabar el partido. Me gustó mucho cómo se celebró, los cohetes y esas cosas que hicieron, todo con mucho gusto, hay que reconocerlo. Que lo pasamos muy bien, que aunque ya lo haya dicho, lo repito, y como no estamos acostumbrados a pasarlo bien, a lo mejor por eso hay que repetirlo más veces. Y ahora en la Copa grande, la del Rey, nos ha tocado el Sevilla, que eso es un hueso de los muy duros, que hay que reconocer que los vecinos llevan unos añitos muy buenos, en lo más alto de todo, y ganando buenas competiciones, y hasta con equipos de postín. Pero que nada es imposible en esta vida, salvo el salmorejo de tomate en lata y los flamenquines con queso, y todo es posible, pero hay que intentarlo, claro está.

Por eso, con ganas, prudencia y a darlo todo, sobre todo teniendo en cuenta que es a un solo partido y puede pasar cualquier cosa. Y si pasamos, a celebrarlo otra vez, y si perdemos, que sea ofreciendo la mejor cara, con la camiseta empapada, eso es así. En fin, que sigamos teniendo alegrías, pero sin tener que esperar tanto, que nadie se va a cansar de disfrutarlas, ni nadie va a protestar, que ya lo digo yo. Esperemos que brindemos por una nueva Copa.

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