Apnea del sueño

El alcohol impide que el cuerpo renueve las energías necesarias durante la noche

Cerca de dos millones de españoles padecen Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, que consiste en la interrupción repetida de la respiración durante el sueño debida a la falta de oxígeno. El problema es que, según los expertos, el 80% los casos están sin diagnosticar. La apnea es, junto con el insomnio, uno de los trastornos nocturnos más frecuentes. El paciente durante el sueño presenta ronquido y pausas en la respiración que producen microdespertares. La respiración de quienes la padecen se interrumpe al menos 10 segundos mientras duermen y en los casos más graves pueden llegar a 80 obstrucciones de la vía aérea a la hora.

El exceso de peso y el tabaquismo son los factores de riesgo más influyentes en esta enfermedad, ya que entre el 50% y el 70% de los pacientes con obesidad padece apnea del sueño. Desde la Sociedad Española de Sueño (SES) quieren recordar ante la celebración de las fiestas navideñas controlar el consumo de alcohol. Tal y como señalan desde esta institución, el alcohol tomado en grandes proporciones, actúa en principio como ansiolítico e hipnótico, pero tiene un efecto rebote: disminuye el sueño No REM y aumenta el sueño REM, lo que se traduce en despertares muy frecuentes, un aumento de las ensoñaciones vividas y un peor descanso.

"El alcohol, en cualquiera de sus formas, representa una amenaza para la salud en general, disminuye la capacidad de respuesta para las tareas del día a día e impide que el cuerpo renueve las energías necesarias por la noche. En cierta manera, el alcohol actúa como ansiolítico e hipnótico, pero tiene un efecto rebote", explica la doctora Anjana López Delgado, neurofisióloga clínica y miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la SES.

Y aunque no todos los licores tienen el mismo efecto diurético, en general su excesiva ingesta obliga a que acudamos al baño con mayor frecuencia de lo normal ya que producen deshidratación, lo cual tiene una importante repercusión en la calidad del sueño. La OMS recuerda que un consumo moderado es no superar las dos copas de vino o cerveza al día en el caso de los hombres, y la mitad en el caso de las mujeres. Además, el consumo habitual de alcohol se relaciona con el desarrollo de numerosas enfermedades crónicas: desde enfermedades cardiovasculares y hepáticas, hasta trastornos mentales, pasando por diferentes tipos de cáncer como el de mama, garganta, laringe, esófago, hígado, colon o recto.

Finalmente, la Dra. López Delgado señala que el efecto del alcohol puede ser especialmente pernicioso para aquellas personas que padecen apnea obstructiva del sueño, ya que éste actúa como relajante del sistema nervioso central, por lo que consumido en dosis altas aumenta la predisposición a roncar. Esto se traduce en un aumento en el número de apneas y, con ello, en una mayor fragmentación del sueño. Por ello, beber alcohol por la noche puede ser particularmente peligroso para las personas con esta enfermedad, ya que facilita el colapso de las vías respiratorias. Seguro.

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