Festival internacional de benicassim El encuentro ha recibido a casi 150.000 personas en sus cuatro días

El regreso de Morrissey y 'Omega'

  • El ex líder de The Smiths, que volvía al festival tras su actuación en 2006, y Enrique Morente y Lagartija Nick fueron los protagonistas de la última jornada

La última y más esperada jornada del Festival Internacional de Benicassim logró, con Morrissey, celebrar el gran concierto masivo que necesitaba esta compleja edición; y, con Enrique Morente, que los ingleses que la monopolizan sepan cómo suena en directo el flamenco más rotundo.

Entre los ecos del éxito logrado por Leonard Cohen en el Escenario Verde, el artista de Manchester tenía ante sí el reto de ofrecer un concierto con mayor tirón popular que el de su anterior visita al FIB Heineken, en 2006, algo que consiguió en bastantes momentos de su actuación. Fue la mayor audiencia congregada por un artista en esta edición.

Tras la reciente publicación de un nuevo disco de grandes éxitos, los fibers esperaban una sucesión ininterrumpida de esos temas que forman parte de uno de los repertorios más respetados del pop-rock de los últimos 30 años, el labrado primero por The Smiths y, desde 1988, por Morrissey en solitario, y que tanto ha influido en las generaciones de los 80 y los 90.

A lo largo de 75 minutos, 18 canciones, tres camisas y otras tantas caídas voluntarias para escenificar su particular catarsis artística, Morrissey regaló a un público totalmente entregado algunas de sus piezas más conocidas.

De sus temas en solitario sonaron desde The last of the international playboys hasta el más coreado de la noche, First of the gang to die, pasando por Irish blood, english heart o Why don't you find out for yourself, mientras que The Smiths resucitó con How soon is now, Death of a disco dancer, What she said, Ask o Vicar in a tutu.

Muy comunicativo y con su habitual sarcasmo -que también irritó a parte del público-, el responsable de algunos de los discos más importantes de la música independiente y uno de los artistas más influyentes de su generación estuvo acompañado en el escenario por su habitual y efectista banda rockera.

En otro extremo musical, el flamenco también tuvo su espacio de gloria en el FIB de la mano de Enrique Morente y Lagartija Nick, que rememoraron su legendario álbum conjunto Omega, construido sobre versos de Lorca y canciones de Leonard Cohen. Un plato fuerte de digerir para públicos poco acostumbrados a los lances puramente españoles que, no obstante, devino en la consecuencia más implícita de este arte: convertir la amargura en alegría y llenar el recinto de improvisados palmeros.

En una afrenta a los puristas, el cantaor y la banda granadina demostraron que el rock y el flamenco pueden coexistir en una misma pista de grabación, y evidenciaron además que si se ejecuta con sentimiento, salero y corrientes eléctricas puede resultar una mezcla espectacular.

El Festival Internacional de Benicassim ha recibido en sus cuatro días a 148.000 personas. Todo un éxito, según la organización.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios