El futuro museo arqueológico y etnográfico de Priego de Córdoba da un paso más. La delegada territorial de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Cristina Casanueva, ha firmado este jueves el inicio de las obras de rehabilitación de la antigua almazara en el Recreo de Castilla junto a la alcaldesa de la ciudad, María Luisa Ceballos, la empresa Freyssinet SAU y la dirección técnica.

“Tras una década de paralización de los convenios, cumplimos con un proyecto histórico para la ciudad de Priego de Córdoba, un proyecto que estuvo a punto de perderse por la falta de impulso de los anteriores gobiernos de la Junta de Andalucía”, ha afirmado Casanueva.

Las obras durarán 15 meses y cuentan con un presupuesto superior a los 1,4 millones de euros, financiados al 70% por la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio con cargo a Fondos Feder y al 30% por el Ayuntamiento prieguense, al que la delegada ha querido agradecer “los trabajos realizados hasta ahora con el objetivo de evitar la pérdida del edificio”.

Casanueva ha destacado a todas las personas que han hecho posible y empujado durante muchos años sin desfallecer este proyecto, a las asociaciones locales, técnicos y al propio Consistorio “para mantener vivo un convenio que nos lleva al inicio de las obras de recuperación del edificio”.

Para Casanueva, “la Consejería de Fomento está siendo motor de proyectos importantes de ciudad de grandes y pequeños municipios activando el empleo, la economía y sobre todo como en este caso, recuperando un espacio y una infraestructura cultural para el disfrute de los ciudadanos”.

Tras una década de espera, este jueves se ha firmado el inicio de las obras de rehabilitación de la antigua almazara del Recreo de Castilla para uso museístico tras el trabajo realizado conjuntamente entre la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Priego de Córdoba.

El proyecto de rehabilitación del edificio y el patio anexo persigue la adaptación de la edificación para configurar un espacio museístico de los restos arqueológicos y de las piezas etnográficas del municipio, recuperando el edificio como una pieza que configura el espacio denominado Huerta de las Infantas, con la incorporación de parte de la muralla medieval, el Caz existente y manteniendo su conexión con el conjunto de la Villa.

Las distintas autoridades, ante los terrenos donde irá el museo arqueológico.

El edificio se compone de tres plantas y tiene una superficie construida de 926,52 metros cuadrados y 799,15 metros cuadrados de patio. Este se dispone una zona de sótano donde se localizará el depósito museístico. En la edificación se distribuyen las salas de exposición de los objetos arqueológicos y etnográficos, los aseos, la zona de instalaciones y sendas escaleras en sus extremos. El edificio tiene dos accesos: uno desde la planta alta y otro en la planta baja. El primero se conecta con el núcleo de acceso desde la Villa hasta los Jardines de la Huerta de las Infantas, y el segundo se comunica con el patio.