La fascinación por el lujo elegante del mundo de ayer

DOWNTON ABBEY: EL GRAN FINAL | CRÍTICA

Las actrices Elizabeth McGovern y Laura Carmichael. / D. S.

La ficha

*** 'Downton Abbey: El gran final'. Drama de época, Reino Unido, 2025, 123 min. Dirección: Simon Curtis. Guion: Julian Fellowes. Fotografía: Ben Smithard. Música: John Lunn. Intérpretes: Hugh Bonneville, Michelle Dockery, Jim Carter, Elizabeth McGovern, Laura Carmichael.

La fascinación estética y un punto nostálgica por lo no vivido, tanto por razones cronológicas como de clase y fortuna, impregna la representación de la lujosa vida de las clases altas (hoy que el lujo de los famosos es tan hortera) en lo que Zweig llamó el mundo de ayer, la Europa que desapareció con la Primera Guerra Mundial. Sobre todo, pero no solo, la Inglaterra victoriana y eduardiana (admitiéndose extensiones a los locos 20 y el reinado de Jorge V).

Desde el Visconti de El Gatopardo –la cumbre cinematográfica– al Scorsese de La Edad de la inocencia, el James Ivory de Lo que queda del día o las series televisivas que tienen como precedentes La saga de los Forsyte en 1967 (hubo otra versión en 2002) basada en el espléndido ciclo novelístico de John Galsworthy y las cinco temporadas de Arriba y abajo emitidas entre 1970 y 1975. En estos últimos años el rey de las series de amor, desamor y lujo –con el necesario añadido Upstairs, Downstairs del universo de los criados, cocineras, lacayos y mayordomos– es Julian Alexander Kitchener-Fellowes, barón Fellowes of West Stafford, inteligente escritor, productor, guionista y director que ganó un Oscar por el guión de Gosford Park y creó el éxito televisivo Downton Abbey (seis temporadas de 2010 a 2015) al que siguió Belgravia (2020) y más recientemente –exportando el modelo, con más fuerza dramática y aún más lujo en vestuario y decorados, al Nueva York de finales del siglo XIX– con La edad dorada (2022-2025, tres temporadas de momento).

Lógicamente el cine fue una tentación para explotar la primera serie de Fellowes. Primero con Downton Abbey (Michael Engler, 2019), después con Downton Abbey: una nueva era (2022) y ahora con Downton Abbey: el gran final, ambas dirigidas por Simon Curtis, un buen artesano que en su etapa televisiva adaptó las victorianas David Copperfield de Dickens o Cranford de Elizabeth Gaskell y en la cinematográfica se dedicó a las historias reales con Mi semana con Marilyn, La dama de oro o Adiós Christopher Robin.

Los resultados de las tres son correctos, pero añadiendo poco que no estuviera en la serie. Un gran reparto de excelentes actores, líos familiares con escándalo de divorcio, herencias y fantasma de ruina, algún nuevo personaje –se agradecen las incorporaciones de Paul Giamatti y de Arty Froushan, interpretando al gran Noel Coward, y el homenaje a Maggie Smith–, lujo y un mundo que se tambalea conforme se aproximan los terremotos de la década de los 30 bastarán para satisfacer a quienes buscan rebañar el universo de los Crawley en su despedida.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Mapa de Músicas | Mario Pérez. Violinista

Buscando a Felipe Libón

El hombre de Tempul-Los gitanos | Crítica

Un nuevo estilo jondo

Lo último