Cultura

Una exposición indaga en los mundos "frágiles y rotundos" de Pepe Espaliú

  • Comisariada por José María Báez, 'Apuntes y documentos' surge de la investigación desarrollada en el archivo personal del artista cordobés · Incluye piezas inéditas como un cuadro que realizó a los 18 años

La agenda expositiva municipal se cierra en 2012 con dos propuestas de notable atractivo, muy distintas pero muy cercanas geográficamente. Mañana se inaugura en la sala Vimcorsa la muestra del archivo fotográfico de José Sánchez y desde ayer se puede contemplar en el Centro de Arte Pepe Espaliú una selección de materiales y obras que ayuda a entender la trayectoria del artista cordobés y completa la visión ofrecida por la antológica Pepe Espaliú desde Córdoba, celebrada en 2007. Apuntes y documentos es el título de este proyecto, una producción del Ayuntamiento y Vimcorsa que indaga, según su comisario, José María Báez, en "los mundos frágiles y rotundos, enigmáticos y siempre hirientes" de un creador de cuyo fallecimiento se cumplirán 20 años en 2013.

La exposición es el resultado del proceso de investigación e inventariado del archivo personal de Espaliú, adquirido por el Ayuntamiento a su familia en 2008. Aquí dialogan sus obras con diversos materiales (libretas de apuntes y bocetos, fotografías, folletos, manuscritos, catálogos, revistas de arte) que van construyendo una biografía artística y aportan valiosa información documental sobre sus obsesiones, sus evoluciones, sus actividades y la recepción crítica de sus obras, exposiciones e iniciativas. Pero "toda exposición debe aportar alguna novedad", indicó Báez, y en este caso lo más singular es la exploración en "el proceso previo a la época más reconocida y valorada" de Espaliú, cuyo inicio cabe fechar en 1986; ese periodo "de tanteos y experimentación" que todo artista vive "hasta la consecución de una obra más personal".

La exposición arranca en 1973 con un cuadro sin título de inspiración picassiana que Espaliú realizó cuando tenía 18 años y que se expone por primera vez. De esa década destacan también las Variaciones sobre la imagen de Jean Arthur y el tetrabrik de leche Rania (1975), que se vincula a la serie fotográfica sobre la Santa Cena expuesta en esta sala. Las piezas seleccionadas de los años 80 documentan el desarrollo de una carrera artística que a finales de la década alcanzaría ya una cota notable de solidez y proyección. Espaliú expone en 1983 sus pinturas en la Posada del Potro, en 1985 protagoniza una muestra junto a José María Báez y Laureano Carmona en el Colegio de Arquitectos, en 1986 se asocia con Rafael Agredano, Patricio Cabrera, Federico Guzmán y Guillermo Paneque en la galería La Máquina Española de Sevilla y con los tres últimos en la Barbara Farber Gallery de Amsterdam, en 1987 proclama que El recuerdo es una traición en una nueva exposición en La Máquina Española, en 1988 su obra llega a Suecia y en 1989 a Nueva York. De la década de los 90 se exhiben el catálogo de una muestra que unió al cordobés con Alison Wilding y Louise Bourgeois en Barcelona, cuadernos varios de apuntes y un óleo de Julio Romero de Torres, María de Iruretagoyena. Este cuadro, explicó Báez, formó parte en 1991 de Un secreto fluir, una de las exposiciones que Espaliú comisarió para La Máquina Española (en Madrid) "y la primera vez que Romero de Torres se vio confrontado con artistas contemporáneos" como Cristino de Vera. Espaliú, según el comisario, "entendió el misterio y la capacidad de sugerencia" del autor de La chiquita piconera, al que lamentablemente "se sigue confinando en el mundo extraño de finales del siglo XIX y principios del XX", una actitud que impide "valorar su singularidad y su rareza". También entre finales de la década 80 y comienzos de la siguiente del pasado siglo el panorama artístico español se asemejaba a una "nebulosa" en la que la obra de Espaliú "se diferencia y destaca". En pocas pero claras palabras, "Espaliú comprendió la obra de Romero de Torres en clave moderna".

Las últimas piezas expuestas revelan la ya tragedia del acabamiento. Los cuadernos finales son una secuencia de esos "mundos frágiles y rotundos" poblados por campanas que coronan herméticas cajas, jaulas duplicadas, botas y piernas, cuerdas, sillas, escobas, muletas. Símbolos de una vida que se extingue, de alguna contradicción no resuelta, de un misterio que se prolonga. Se exhibe una invitación a la última exposición de Espaliú en vida, un montaje ideado para el Alcázar de los Reyes Cristianos que se suspendió a causa de la fase terminal de su enfermedad.

Esta muestra, que también recoge obras cedidas por la familia del artista y algunos coleccionistas, revela, en palabras del alcalde, José Antonio Nieto, el "compromiso" del Ayuntamiento con un creador "que debe ser una presencia constante en la realidad cultural cordobesa", autor de "una obra conceptual, impactante, irreverente" marcada por "el respeto al arte en su más pura esencia". "Córdoba no va a olvidar a Pepe Espaliú", subrayó el presidente de Vimcorsa, Luis Martín. Apuntes y documentos puede visitarse hasta el 31 de marzo de 2013, en horario de martes a viernes de 17:00 a 21:00, los sábados de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 y los domingos de 10:00 a 14:00.

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