Cultura

Una exposición recoge la vida del poeta cordobés Leopoldo de Luis en Valladolid

  • La muestra, 'El poeta herido' incluye fotografías de su vida, retratos y poemas manuscritos

Carlos Martín Aires, Jorge Urrutia y Antonio Piedra, en la exposición

Carlos Martín Aires, Jorge Urrutia y Antonio Piedra, en la exposición / E. P.

La poesía necesaria, como arma y antídoto de la opresión social y política, encarnó Leopoldo de Luis (1918-2005) a través de una obra y una actitud que resume una exposición inaugurada en Valladolid, la ciudad donde pasó su infancia y adolescencia.

El centenario de Leopoldo de Luis, celebrado el año pasado, lo conmemora ahora Valladolid para ensalzar la filiación con esta ciudad de quien "fue siempre un ejemplo de ecuanimidad y humanismo en un tiempo en el que no importaba tanto", ha reflexionado Antonio Piedra, director de la Fundación Jorge Guillén.

Nacido en Córdoba, hijo de un abogado, poeta y afecto a la República, Leopoldo de Luis concluyó en Madrid el Bachillerato durante su estancia en la sección de menores de la Residencia de Estudiantes, donde se empapó del espíritu librepensador e intelectual de esa célebre institución.

"Vivió y sintió todo a través de la poesía, con amor, humildad y la palabra colmada", ha añadido Piedra, quien frecuentó la amistad de Leopoldo de Luis y desde hace años dirige la Fundación Jorge Guillén, depositaria de buena parte del legado personal e intelectual del poeta cordobés.

Fotografías de su vida, retratos, dibujos, ediciones, poemas manuscritos, mecanografiados y recortes de prensa permanecerán hasta el 24 de febrero en la sala de exposiciones de la Casa Revilla reunidas en torno al lema El poeta herido.

El repertorio incluye además ejemplares originales de las principales revistas poéticas que se editaban en la España de la posguerra, durante el régimen del dictador Francisco Franco contra el que combatió Leopoldo de Luis en el bando republicano en la Guerra Civil, contienda que acabó como capitán de Estado Mayor.

Su hijo, Jorge Urrutia, ha desglosado durante una emotiva intervención la peripecia vital de su progenitor en los años subsiguientes a la Guerra, en penales y campos de concentración entre 1939 y 1942, año este en que fue liberado.

A partir de entonces, colaboró en las revistas poéticas y de pensamiento como Garcilaso, Espadaña, Revista de Occidente, Papeles de Son Armadans, Ínsula y Poesía Española, como testimonian los originales expuestos en este recorrido histórico y vital de un poeta que adoptó como primer apellido el de la madre para pasar más desapercibido.

La exposición, promovida por la Fundación Jorge Guillén y el Ayuntamiento de Valladolid, simboliza la recuperación necesaria de "una de las figuras más importantes de la Generación del 36, a la que tanto debemos los demócratas, poetas y estudiosos de la literatura de hoy", ha sopesado Piedra.

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