Cine

La cartelera latente: la provincia y el 'cine invisible'

  • En la era de Internet y el 'home cinema', cada vez son más las películas minoritarias que no llegan a las carteleras de las ciudades medianas y pequeñas

En su último número, Cahiers de cinéma-España dedica un amplio dossier a analizar las claves por las que España se ha quedado definitivamente fuera de juego en la distribución y exhibición de cierto cine contemporáneo con presencia y reconocimiento crítico habitual en los festivales y carteleras de otros países de nuestro mismo entorno cultural. El cine que, en definitiva, apuesta por la regeneración de las formas y por abrir nuevos caminos expresivos o de contacto con la realidad entre la mediocridad imperante.

Si nuestros distribuidores de cine en versión original han marcado una pauta conservadora y de poco riesgo en la selección de sus compras anuales (suyo es el juego del mercado al fin y al cabo), no es menos cierto que el público local no se caracteriza precisamente por una educación cinéfila plural capaz de asimilar las propuestas más interesantes o menos convencionales del panorama cinematográfico internacional.

Igualmente desalentador resulta comprobar cómo, en plena era del home cinema, las descargas de Internet y los intercambios P2P, algunos distribuidores tardan tanto tiempo en estrenar en salas las películas compradas tiempo atrás en mercados y festivales, cuando para entonces ya circulan comercialmente en DVD y su público potencial las ha visto por otros canales. Véase el caso de Gus Van Sant y tres de sus últimas películas, Gerry, Last days y Paranoid Park (aún inédita).

Este panorama se complica aún más si nos situamos fuera de Madrid y Barcelona. Si en estas ciudades se han tenido que crear ya circuitos paralelos (festivales, instituciones culturales, filmotecas, etc.) para poder ver ese otro cine que no llega por los canales comerciales, pueden imaginarse fácilmente las dificultades que tienen el resto de capitales para poder estrenar algunos de los títulos más interesantes de la cosecha anual con distribución al margen de su festival (crucemos los dedos ante el futuro) y de la loable labor de entidades como las filmotecas.

Sea por escasez de copias en circulación o por desinterés o falta de decisión de los exhibidores, que disponen de ayudas económicas europeas para estrenar precisamente el cine de mayor riesgo comercial, las otras capitales de provincia ven como cada semana los estrenos nacionales más singulares no llegan a su cartelera para perderse definitivamente en el olvido. Ni siquiera el verano, con amplios huecos de programación, es utilizado ya para la repesca.

La lista de ausencias es larga. Vaya aquí una muestra de lo que (todavía) no hemos visto en nuestras salas y que sí se ha estrenado en España en lo que va de año 2008: veteranos y jóvenes autores europeos como Jacques Rivette (La duquesa de Langeais), Eric Rohmer (El romance de Astrea y Celadón), Peter Greenaway (Ronda de noche), Gianni Amelio (La estrella ausente), Pere Portabella (Vampir-Cuadecuc), Alexander Kluge (Trabajo ocasional de una esclava), Matthias Lutthartdt (Pingpong), Marco Puccioni (Riparo) o Valeska Grisenbach (Nostalgia); viejos conocidos del cine independiente norteamericano como Hal Hartley (Fay Grim), David Mamet (Cinturón rojo) o Wayne Wang (La princesa de Nebraska); nuevos valores festivaleros como Cristian Nemescu (California dreamin'), Carlos Reygadas (Luz silenciosa), Raphael Nadjari (Tehilim) o Leonard Abrahamson (Garage); nombres emergentes del cine asiático como Park Chan-Wook (Soy un cyborg), Johnnie To (Election), Aditya Assarat (Wonderful town) y Lu Zhang (Sueños del desierto); cine español independiente o de pequeño presupuesto: Nevando voy, de Candela Figueira; Uno de los dos no puede estar equivocado, de Pablo Llorca; cine latinoamericano: Satanás, de Andrés Baiz; Encarnación, de Anahí Berneri; El cielo dividido, de Julián Hernández; La antena, de Esteban Sapir; El baño del Papa, de César Charlone; y documentales, cada día más invisibles: Joe Strummer, vida y muerte de un cantante, de Julián Temple, A ciegas, de Lucy Walker, El pan nuestro de cada día, de Nikolaus Geyrhalter, Paisajes transformados, de Jennifer Baichwald, El pollo, el pez y el cangrejo real, de José Luis López-Linares, Líbranos del mal, de Amy Berg… ¿To be continued?

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios