El logo de Canal Sur en los créditos iniciales de esta supuesta comedia del malagueño Ignacio Nacho nos ponía sobre aviso para lo peor. Y, en efecto, no hacía falta esperar mucho para comprobarlo.

Ya la primera secuencia de El intercambio, la única rescatable del despropósito general, con el matrimonio interpretado por Pepón Nieto y Natalia Roig de camino en coche a una cita doble para un intercambio de parejas, deja bien a las claras que estamos aquí en el territorio del teatrillo indie mal filmado, en ese formato sobreescrito y sobreactuado a propósito de los tópicos, fantasmas y fantasías sexuales de la clase media como rancia materia para el humor chusco y las identificaciones machirulas.

Lo que sigue, ya de lleno entre las cuatro paredes de un apartamento lúgubre sin disimulo teatral alguno, es una escalada de situaciones ridículas, sonrojantes y grotescas a costa de un repertorio básico de gags sin gracia, palabrería desproporcionada, musiquilla mala de sainete y la aparición arbitraria de personajes episódicos (De Palma, Silva, Tous, Reina, Guil, a cada cual peor) que se esfuerzan en vano por dar algo de vida, cuerpo cómico, ritmo y alegría a una función interminable que nunca debiera haber superado el formato de un cortometraje.