Suele ser una regla no escrita que en el mundo de las galerías de arte contemporáneo el mes navideño se suele dedicar a exposiciones de obra gráfica o de pequeño formato. En el caso de Tula Prints, es esta una de las señas de identidad de la programación anual, programación que este año se ha visto aumentada con la presencia del vídeo y la fotografía.

Con el hilo conductor de una cierta mirada o influencia del pop, se reúnen en esta galería alrededor de una veintena de piezas de autores de reconocido prestigio como Luis Gordillo, Óscar Mariné, Sean Mackaoui, Pepa Castillo y María Luisa Sanz.

De Gordillo, y tras la espectacular retrospectiva que este año le ha dedicado el Museo Reina Sofía y su presencia en la ciudad con las lonas que han cubierto las obras del recién estrenado Puente Romano, esta galería presenta dos obras recientes que estuvieron en la retrospectiva citada y en las que sigue jugando con las estructuras tándem, con las cuadrículas y el flúor en una de las aportaciones que tanta influencia tuvieron en pintores de los años 80 como Manolo Quejido, Herminio Molero o el desaparecido Carlos Alcolea.

La parte más cercana al diseño gráfico viene representada por Óscar Mariné, conocido diseñador gráfico cuyas imágenes han servido para promocionar eventos culturales y películas como Todo sobre mi madre de Pedro Almodóvar, imagen gráfica presente en la muestra junto a esos otros conocidos rostros que tan famoso le han hecho a nivel internacional.

Como suele ser habitual en la programación de esta galería, la parte femenina suele estar bien representada y en esta ocasión lo hace con las imágenes de María Luisa Sanz y Pepa Castillo, la primera con sus imágenes patchwork o mosaico en las que se mezclan los boxeadores (Arroyo) con imágenes de cómic (Lichtenstein) y las epigrafías árabes y la segunda con la utilización del humor y la ironía al plantear Alternativas a las Meninas de Velázquez con damas como Betty Boop, Mafalda o Marilyn o personajes caninos como Milú, Goofy o Snoopy.

Para el final, y no por ello menos importante sino quizás todo lo contrario, nos quedan las imágenes de Sean Mackaoui, reconocido ilustrador de revistas de culto como El canto de la Tripulación o magazines semanales de tirada nacional, que en cuatro imágenes da buena muestra de su ácida mirada, esa sonrisa terrible en la que el amor se convierte en sangre y la tiranía de la escritura como en el conocido prólogo de Capote que lee el protagonista de Todo sobre mi madre te encadena de por vida haciéndote Prisionero de las palabras.