Cultura

Villa-Toro plasma Medina Azahara a través de sus abstracciones visuales

  • La muestra 'Memorias de la Ciudad Brillante' se podrá visitar en el Palacio de la Merced hasta el próximo 12 de septiembre

Pasillo de la exposición 'Memorias de la Ciudad Brillante'.

Pasillo de la exposición 'Memorias de la Ciudad Brillante'. / Juan AYALA

"Esta exposición no es oportunista, es más bien oportuna", así define el propio Antonio Villa-Toro el momento de exposición de su obra Memorias de la Ciudad Brillante que muestra Medina Azahara a través de "abstracciones basadas en los atauriques". Según explica el artista cordobés, natural de Castro del Río, esta exposición no se debe a la declaración de Patrimonio Mundial de la ciudad palaciega, ya que "desde 2012 estoy trabajando sobre Medina Azahara en grandes formatos. Me enteré de la candidatura después de comenzar el proyecto". De hecho, expresa que "aunque afortunadamente hemos conseguido la declaración, yo ya estaba asombrado con ella desde que la visité por primera vez con 17 años". Memorias de la Ciudad Brillante, inaugurada ayer, estará disponible en la galería de Presidencia hasta el 12 de septiembre, siendo visitable todas las mañanas de 10:00 a 14:00 y las tardes de lunes a viernes de 18:00 a 21:00. Villa-Toro considera que la coincidencia es claramente circunstancial ya que "pinto sobre Medina Azahara igual que pinté sobre los Omeyas".

La exposición de la Diputación contará con 30 de los 60 cuadros que pertenecen a la colección original, estando la otra mitad de la muestra en una exposición en Los Ángeles. Villa-Toro define sus obras como un acercamiento "intimista", donde plasma sentimientos propios tras un "diálogo personal e interior" tanto con la fuente de inspiración como con la pintura. De hecho, considera que "lo peor que me pueden preguntar es qué quiero representar" porque, a su entender, su arte no busca dar explicaciones sino crear relaciones con el espectador y con el propio autor. "Un cuadro nunca está terminado, pero hay un momento en el que tengo que confiar en lo que he plasmado", añade, considerando que su fuente de inspiración son "abstracciones y ensoñaciones" generadas a través del contacto con Medina Azahara.

La catalogación de arte abstracto no resta importancia a la fuente de inspiración porque "las obras son una traducción de las estructuras y los arabescos en forma de emociones". En algunas de las creaciones se pueden adivinar elementos característicos de la ciudad, como algunos arcos, u otros elementos simbólicos como es el árbol de la vida, que según explica Villa-Toro "es un elemento que se repite en Medina Azahara y se repite traducido en algunos de los cuadros".

Memorias de la Ciudad Brillante tiene como objetivo ofrecer una nueva forma de observar los elementos del patrimonio cultural cordobés, aunque sin ofrecer una "versión oficial". "No quiero contaminar la percepción de la gente que venga a conocer la obra, quiero generar una conversación en la que intervengan las percepciones de cada uno y así se genere una relación", afirma Villa-Toro, que hace hincapié en la importancia de los sentimientos que se generan a través del arte.

Antonio Villa-Toro es un artista con un gran recorrido a nivel internacional. Sus obras, cercanas al expresionismo figurativo, han sido expuestas desde los años 70 en diversas galerías de Madrid, Barcelona, Valencia y Córdoba, al igual que en países como Japón, Estados Unidos, Alemania o Argentina. En Córdoba, su provincia de origen, ha presentado exposiciones como En pausa, ficciones del natural y Los Omeyas 2001, en el Palacio de la Merced, o Bestiario en Fundación Antonio Gala. Sobre la exposición actual explica que "está hecha con muchas ganas" por la grandeza del lugar que sirve como inspiración y por su pasión por la pintura y la creación de arte. Al respecto resalta que "pintar es lo que más me apetece hacer en la vida, y lo haré mientras me deje la salud".

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