Nadie mejor que un escritor reconocido para aconsejar a los poetas noveles sobre las cuestiones técnicas que deben abordar en una poesía. Ésta es la finalidad de Anónimos, un taller de Cosmopoética que tiene como objetivo que los poetas que se inician en este arte tengan un encuentro con otros más consagrados. El narrador y poeta Manuel Vilas dirige hoy uno de estos talleres, que tienen una duración de cuatro horas (de 17:00 a 21:00) y tienen como sede el patio del antiguo Ayuntamiento situado en la avenida del Gran Capitán. El escritor aragonés, que acaba de publicar su segunda novela, España, asegura que lo mismo hace "prosa que poesía". "En realidad, escribo literatura", indica.

Vilas cree que el panorama en España es favorable para la poesía porque "hay muy buenos poetas". El problema está en el entendimiento entre poesía y realidad. "Hay un divorcio entre el sentir de la gente y el de los poetas, cada uno va por su lado", explica Vilas. Frente a esta difícil situación el escritor aclara que ambas partes deben llegar a un entendimiento y los poetas deben buscar a la gente y la gente a los poetas. La dificultad está en que "la gente tiene unas preocupaciones y los poetas otras". El autor destaca que la importancia de la poesía radica en su fuerza, calidad y contenido porque "la única tendencia importante es la calidad, que puede venir de cualquier tendencia". "Lo importante es la fuerza y la pasión de lo que tiene que decir; cómo lo diga es accidental", concluye.

A un poeta joven le daría un consejo: "Que no tenga prisa por publicar", porque no es cierto que éste sea un género de juventud ya que con los años se va adquiriendo la madurez necesaria para comunicar con los versos. Y a los que desfilen hoy por su taller para que valore sus escritos les aconsejará "cuestiones técnicas y de aprendizaje, cosas concretas". El autor resalta que es imprescindible que un escritor se fije en el mundo porque "da para mucha literatura, tanto en verso como en prosa". "Somos una sociedad que no se sabe ver a sí misma, los discursos políticos oscurecen la realidad y los artísticos aportan luz sobre ella", así que las representaciones literarias explican mejor lo que pasa, asegura Vilas.