Cultura

La Universidad Menéndez Pelayo recuerda la trayectoria literaria de Francisco Umbral

  • La UIMP celebra su heterodoxia cuando se acerca el aniversario de la muerte del escritor

Francisco Umbral fue invitado a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo cuando era un joven autor desconocido que acababa de publicar su primer libro. Ayer, en esas mismas aulas, fue recordado como un maestro de escritores y periodistas que también supo hacer de su vida una obra literaria.

Escritores, críticos y profesores están analizando las muchas vertientes de su extensa obra y de su personalidad en el encuentro que ayer fue inaugurado por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, quien considera que sin Umbral no podría escribirse la historia de la literatura española del siglo XX. Ni tampoco la del periodismo.

Al encuentro asiste su viuda, María España, quien hoy será la encargada de clausurarlo leyendo poemas inéditos de su marido cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, que ocurrió el pasado el 28 de agosto.

"Umbral escribió, como mínimo, tanto como vivió. Tuvo una producción vastísima llena de metamorfosis y sin atención alguna a los géneros convencionales, que él consideraba caducos", destacó el ministro, quien cree que el madrileño siempre escogió la heterodoxia "como forma de vida y de escritura".

César Antonio Molina tuvo su primer encuentro con Umbral en La Coruña, cuando el ahora ministro era un adolescente, y reconoce que quedó entonces impresionado por la estatura, las ropas oscuras, las gafas y esa tristeza que le dejó la muerte de su hijo de corta edad.

La historiadora Carmen Iglesias cree que el narrador era un creador "profundamente romántico que escribía como un clásico". En su opinión, Umbral tuvo el empeño de devolver al idioma "su riqueza primigenia" y en sus columnas diarias fue trazando "una apasionante historia de nuestro tiempo".

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