La novela de Luis Martín-Santos Tiempo de silencio (1962), un texto que marcó el punto de inflexión para el progresivo abandono del realismo social en la literatura española, salta al teatro gracias a la iniciativa de la Abadía, que presentó ayer un montaje que se estrena el día 26. "Es una obra absolutamente coral. Somos siete actores que contamos una novela. Todos somos narradores y hacemos varios personajes", describió la actriz Lola Casamayor sobre la obra, adaptada por Eberhard Petschinka y dirigida por el suizo-alemán de ascendencia española Rafael Sánchez.

Cuando a Casamayor le hablaron de la propuesta le costó pensar en una adaptación teatral de un texto tan simbólico, "pero al leer la versión fue asombroso de qué manera tan limpia y sencilla se trasladaba algo tan profundo", dijo.