Cultura

Suena entre la bruma

  • El grupo sevillano I Am Dive presenta hoy su primer álbum en un concierto en Góngora Gran Café junto a All La Glory

Integrado por un excomponente de The Baltic Sea -Esteban Ruiz- y otro de Blacanova -José Antonio Pérez Piña-, el dúo sevillano I Am Dive ejemplifica una perfecta simbiosis entre músicos que, en anteriores aventuras, habían realizado ya discos notables y que, al coincidir y trabajar al unísono, producen ahora algo nuevo, distintivo y, muy probablemente, inimaginable desde unas hipotéticas trayectorias en solitario. El grupo actúa hoy en Góngora Gran Café (22:00) junto a All La Glory para poner el punto y final al festival Eutopía.

Nombres de largo recorrido en la escena sevillana -Esteban militó con anterioridad en Renochild, de donde también saldrían tres de los cuatro actuales componentes de Pony Bravo; José Antonio dejó la impronta de sus cuerdas y pedalera en proyectos varios desde finales de los 90-, como tándem compositivo coinciden desde hace un par de años en presupuestos estéticos que se demuestran complementarios y eficaces -esto último, en más de un sentido: el formato a dos, el de la-banda-que-cabe-en-un-coche, resulta a todas luces particularmente idóneo para nuestros tiempos de vacas flacas.

Ese feliz entendimiento entre ambos, que es también el de la sintonía entre ciertos modos y formas de raíz folkie y una electrónica con vocación atmosférica, ha venido siendo certificado desde entonces en una llamativa serie de epés físicos y digitales -con títulos tan destacables como Fall, Tides o Constellations- que no tardó en abrirles puertas a giras dentro y fuera del país -rodaron por Francia y no dudaron en embarcarse rumbo a Londres para protagonizar allí diversos conciertos en locales reducidos- o incluso a la edición de sus trabajos fuera de España.

Su bien engrasado directo cuenta además con una particular ventaja: son muy capaces, de manera prácticamente inapelable, de trasladar al directo la imponente carga lírica y ambiental que despliegan sus canciones, a menudo armadas en torno a la acústica de Esteban, dueño de una voz hermosa y evocadora de paisajes glaciales, y a las capas y capas de armonías suspendidas y bases rítmicas de inspiración IDM (¿recuerda?) que José Antonio sirve desde la guitarra y el portátil.

De esta, de momento, incansable factoría surge ahora la decena de canciones que conforman Ghostwoods, el primer álbum de I Am Dive, un título registrado y mezclado en los Estudios La Mina junto a otro inagotable, Raúl Pérez, que persiste en esa misma estela de referencias a cantautores procedentes del ámbito rock -las citas a Nick Drake o José González no resultan gratuitas- y queda mágicamente sustentada -más allá de los arreglos, en el propio ADN sonoro- en la contemporaneidad, delicadeza y precisión del tratamiento que termina por conferirles a éstas su atractiva personalidad.

Con mínimas ayudas de otros -Elo Vázquez dobla una preciosa voz en Dixie; Armando Jiménez, de Blacanova, presta su melódica a A New Heart To Break; el ex Standstill Elías Egido y Ramón Marc Bataller, ambos ahora en EH!, tocan en Hands-, I Am Dive pergeña así un álbum con doble y singular cualidad: la de moverse entre una misteriosa bruma que se adueña de la escucha y, al mismo tiempo, dispersarla, dejando pasar los rayos de luz, con la mera fascinación ante su capacidad para conmovernos. Sin duda, escuchando cortes como Summer Camp o la propia Ghostwoods se entiende mejor...

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