Cultura

Savall rechaza el Nacional de Música por el "menosprecio" del Gobierno al arte

  • El músico denuncia "la falta de conciencia del valor de la cultura" por parte del Gobierno que quería agasajarlo.

Jordi Savall renunció ayer al Premio Nacional de Música (en la modalidad de Interpretación), y a los 30.000 euros que lleva aparejados el reconocimiento, como protesta por "el desinterés y la incompetencia" en la defensa del arte por parte del Gobierno -que concede anualmente el galardón- y por el "menosprecio" del mismo hacia el patrimonio musical hispánico y a los intérpretes que se dedican a mantenerlo vivo.

El violagambista, director de orquesta y musicólogo, uno de los grandes responsables del auge que desde hace años vive la música antigua en el panorama nacional, se suma así al gesto que en anteriores convocatorias de este premio institucional protagonizaron el escritor Javier Marías y el artista Santiago Sierra. El Gobierno se limitó a contestar, a través de un comunicado, que "respeta" la decisión de Savall.

El artista remitió ayer al Ministerio de Cultura y a los medios de comunicación un comunicado en el que explicaba sus motivos para rechazar el premio, que pretendía reconocer su "infatigable labor en la recuperación y difusión del patrimonio musical español". "Con profunda tristeza", el músico (Igualada, Barcelona, 1941) renunció a recibirlo, "esperando que este sacrificio sea comprendido como un acto revulsivo en defensa de la dignidad de los artistas y pueda, quizás, servir de reflexión para imaginar y construir un futuro más esperanzador para nuestros jóvenes".

Savall "agradece profundamente" al jurado y al Ministerio su reconocimiento a "más de 40 años dedicados a la recuperación y difusión de la música como fuerza y lenguaje de civilización y de convivencia". Pero, pese a ello, no puede aceptar el galardón, explicó, para "no traicionar" sus "principios y convicciones más profundas", toda vez que se trata de un premio que "procede de la principal institución del Estado español responsable del dramático desinterés y de la grave incompetencia en la defensa y promoción del arte y de sus creadores".

Savall denunció además "la política de menosprecio del Gobierno" hacia la "inmensa mayoría de músicos que, con grandes sacrificios, dedican sus vidas a mantenerlo vivo, ya que sin ellos todas las músicas medievales, renacentista y barrocas no existirían". "No podemos permitir que la ignorancia y la falta de conciencia del valor de la cultura de los responsables de las más altas instancias del Gobierno de España erosionen impunemente el arduo trabajo de tantos músicos, actores, bailarines, cineastas, escritores y artistas plásticos", añadió.

Otro Premio Nacional anunciado ayer, dotado con 20.000 euros, fue el de Literatura Dramática, que distingue a Manuel Calzada por su obra El Diccionario, basada en la vida de María Moliner, "mujer fundamental en la historia de la lengua". Calzada, nacido en Granada en 1972 y residente en Sevilla, donde se tituló en Arquitectura, dio sus primeros pasos en el teatro de la mano de Josefina Molina. Para ella firmó en 2002 la escenografía de La lozana andaluza y más tarde la de Simón Bocanegra (2003). Ha escrito, además, varios textos dramáticos, entre ellos el premiado ayer, que recrea la historia de Moliner, "una bibliotecaria callada y laboriosa, pionera de la cultura española".

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