Cultura

San Lorenzo reanuda sus obras después de medio mes de parálisis

  • Construcciones Fernojosa se hace cargo de la intervención tras la extinción del contrato con la anterior empresa y un rápido proceso de adjudicación · La restauración comenzó en febrero del pasado año

Las obras de restauración de la iglesia de San Lorenzo, que comenzaron en febrero del pasado año y cuyo presupuesto supera el millón de euros, han sido retomadas por Construcciones Fernojosa después de que permanecieran alrededor de 15 días paralizadas por la extinción del contrato entre el Obispado y la empresa que comenzó la intervención, a la que problemas de caracter económico le han impedido continuar con los trabajos. El vicario general de la Diócesis y responsable de Economía, Fundaciones y Patrimonio Cultural del Obispado, Fernando Cruz Conde, destacó ayer la rapidez con que se ha producido la nueva adjudicación de las obras, cuyo plazo de ejecución inicial era de 18 meses.

La empresa de Moriles Construcciones Fernojosa tiene experiencia en la restauración de iglesias. Entre sus últimos trabajos destacan las obras en San Bartolomé de Baena, donde ha llevado a cabo la reforma de las cubiertas y la consolidación de muros, entre otras operaciones.

La parálisis de las obras en el emblemático templo (con las correspondientes labores de desmontaje que ha conllevado) no ha pasado desapercibida para los vecinos del barrio de San Lorenzo, que asisten ahora a la reanudación de unos trabajos que ya fueron interrumpidos 20 días después de su inicio, por motivos muy distintos. En aquella ocasión, la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía paró la intervención porque ésta carecía del correspondiente proyecto arqueológico y de medidas de control adecuadas a una obra de estas características. Un informe de la Delegación alertaba de que la ejecución de las obras podía dañar restos anteriores a la construcción fernandina y lamentaba la "falta de rigor" de las actuaciones que se estaban llevando a cabo. La agresión más evidente, afirmaba, podría haberse producido con el levantamiento de todo el suelo de la iglesia sin la realización de las catas que se fijaban en el acuerdo alcanzado entre el Obispado y la Delegación de Cultura. El Obispado completó el informe pocos días después de la interrupción de las obras, que fueron reanudadas. Los vecinos pidieron entonces a la Junta que la ejecución del proceso restaurador se llevara a cabo con el máximo respeto al templo, construido en la segunda mitad del siglo XIII.

Estas alteraciones dilatarán el plazo de ejecución de las obras, fijado en principio en un año y medio y que previsiblemente, y si no hay nuevos imprevistos, se extenderá al menos hasta el mes de septiembre. La intervención cuenta con un presupuesto de 1.112.126 euros aportados a partes iguales por el Obispado y la Junta de Andalucía.

La restauración en San Lorenzo, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985, incluye entre otras labores la consolidación de la sillería de los muros, la limpieza de las bóvedas y la sustitución de la losería (por piezas parecidas a las anteriores, en mármol blanco y rojo y con una cenefa de separación), así como la desecación de las paredes y la puesta en marcha de un sistema de aislamiento de la humedad procedente del suelo. Asimismo, se están realizado tareas de carpintería como la sustitución de las puertas y ventanas metálicas por otras de madera. Además, se arreglará la carpintería de las vidrieras y se renovará toda la instalación eléctrica. El proyecto contempla la instalación de un sistema contra incendios.

La iglesia parroquial de San Lorenzo comparte muchas de las características arquitectónicas de los templos fundados por Fernando III en Córdoba tras conquistar la ciudad. Sin embargo, posee algo que lo diferencia, un elemento que no sólo lo distingue de los que se levantaron al mismo tiempo en la ciudad sino de los que se alzaban también en toda Andalucía: su bello pórtico, parecido al de muchas iglesias castellanas. Otra de sus señas de identidad es el rosetón mudéjar, en el que partiendo de un círculo interior y una serie de columnillas se forma una rica tracería a base de arcos apuntados entrelazados.

La iglesia se levanta sobre columnas góticas y forma una planta basilical de tres naves, de las cuales la central termina en un ábside poligonal. La torre fue levantada por Hernán Ruiz el Joven

El templo ha sufrido varias reformas a lo largo de los siglos. La más relevante fue la llevada a cabo en el año 1966. El retablo del altar mayor fue entonces desmontado, lo que dejó al descubierto unas hermosas pinturas murales.

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